Pasar de largo

Escribe: Angélica  Diez, Misionera  de la  Inmaculada  Padre  Kolbe, Olavarría.


¿Qué  te  viene  a  la  mente  con  esta  frase “pasar  de largo? La  gente  del  campo  esperanzada  en la  lluvia  espera  que  descarguen los  nubarrones  y sin  embargo …, pasó  de largo…

            Los  que  siguen  el  futbol, cuando casi  estaban por  cantar  el  gol, la pelota rozó el poste izquierdo… y, pasó de largo.   El  que estaba  esperando  el colectivo  para  ir  a  trabajar , llegó  a la  parada y el vehículo…, pasó  de largo. Si  pensamos  en el pasaje bíblico  del  Buen  Samaritano: “…  lo  vio  y pasó  de largo”. Pasó sin detenerse. (Lucas, capítulo 10, 25-37).

            El Año Mariano Nacional, desde el 8 de Diciembre de 2019, hasta el 8 de diciembre del 2020  en  que  se resaltaba el jubileo por los 400 años del hallazgo de la sagrada imagen de la Virgen del Valle en la provincia de Catamarca, venerada a lo largo y ancho de la Patria, pasó  de largo.

            La  primera Misa celebrada en territorio argentino hace 500 años, en la bahía de puerto San Julián, el 1 de abril,  y el   IV Congreso Mariano Nacional del 23 al 26 de abril, en Catamarca pasaron  de largo.

            Tantos  acontecimientos  y  realidades  cotidianas han  corrido  y corren este  peligro  de que se  nos “pasen  de largo” y, aparentemente  no  queda  nada  de  ellos  en nosotros. ¿Qué  nos  quedó  de todo  esto?   Quizás y   ojalá que  al menos  haya permanecido  intacta la  certeza  de lema  que nos  acompañó  como  argentinos: “Con María, servidores de la esperanza”.

             Estamos  “  al  filo” de  que  termine  el  tiempo  de  Adviento en la  espera  de  abrir la  puerta  al tiempo  de  Navidad… ¡Que  no  se nos  pase  de largo!¡Es  el  Señor  el  que  viene!  “¡Jesús es la sonrisa de Dios! Porque vino a darnos el amor del Padre. Su mensaje fue acogido por María y José que han reconocido en su sonrisa la misericordia de Dios para ellos y para todos aquellos que esperaban al Mesías. Junto al pesebre, nosotros también revivimos esta experiencia: mirando al Niño Jesús y sintiendo que allí Dios nos sonríe y sonríe a todos los pobres de la tierra, a todos aquellos que esperan la salvación, que esperan un mundo más fraterno, donde no hay más guerras y violencias, donde todo hombre y mujer pueda vivir en su dignidad de hijo e hija de Dios”. (Papa  Francisco,  Navidad 2019).  

            ¡Que no  se nos  pase  de largo sonreír! Las sonrisas son contagiosas, nos ayudan a establecer vínculos, a enviar una señal de amistad. Pero,  que este brindar  una  sonrisa no  sea porque los científicos han averiguado que nos conectamos corporalmente cuando compartimos una sonrisa u otra emoción positiva con otra persona sino,  que realmente nos  lleve  a  compartir el  deseo de: “… dejarnos sorprender por la sonrisa de Dios, que Jesús vino a traer. Sonreír es acariciar; acariciar con el corazón, acariciar con el alma.”. (Papa  Francisco).  

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