Invitan a redescubrir el Molino Viejo

El Molino Viejo nos vuelve a convocar, y esta vez, no es solo para el recuerdo. Es una invitación a encontrarnos, a caminar juntos y a reforzar esa identidad comunitaria que nos une.
Este domingo 28 de septiembre, los vecinos de Olavarría tienen una cita imperdible: una caminata al emblemático Molino Viejo. La actividad, impulsada por «Patrimonio, Cultura y Turismo», busca revalorizar este importante sitio histórico.
Descuidado, aislado y vulnerable, el Molino Viejo nos espera de cuerpo presente. Es nuestra historia, una marca que nos distingue, un punto de encuentro que propone lazos y nos invita a reflexionar sobre lo que fue y lo que podría ser con el esfuerzo colectivo.
Detalles de la Caminata:
- Fecha: Domingo 28 de septiembre
- Salida: 14:30 hs. desde la Capilla Santa Lucía, Sierra Chica.
- Recomendaciones: Recordá llevar agua, mate y repelente para disfrutar plenamente del recorrido.
Esta iniciativa no solo es un paseo, sino también una oportunidad para tomar unos mates en un entorno cargado de historia y para renovar el compromiso con la recuperación de nuestro patrimonio.
¿Te sumás?
La comunidad es invitada a participar activamente de esta jornada. Porque el Molino Viejo no es solo una ruina; es una parte viva de nosotros, de lo que somos y de lo que queremos ser.
¡Claro, disculpa! Aquí tienes la historia del Molino Viejo de Sierra Chica, con la información que he podido recabar:
Historia del Molino Viejo de Sierra Chica: Un Legado Industrial y Cultural
El Molino Viejo de Sierra Chica, ubicado en el partido de Olavarría, provincia de Buenos Aires, es uno de los patrimonios históricos más importantes de la región y un testigo silencioso del desarrollo industrial y social de la zona. Su historia está profundamente ligada a la inmigración italiana y al florecimiento de la actividad agrícola a finales del siglo XIX y principios del XX.

Orígenes y Construcción (Finales del Siglo XIX):
Aunque las fechas exactas pueden variar ligeramente según las fuentes, se estima que el Molino Viejo fue construido alrededor de 1890-1900. Su edificación fue impulsada por la creciente necesidad de moler cereales, principalmente trigo, que se cultivaba en las fértiles tierras de Olavarría y sus alrededores. La elección de su ubicación, cerca de un curso de agua del arroyo Tapalqué o uno de sus afluentes, o una fuente de agua subterránea que alimentaba un sistema de canales, era estratégica para aprovechar la energía hidráulica, esencial para el funcionamiento de la maquinaria del molino.
Se atribuye su construcción a inmigrantes italianos, muchos de los cuales llegaron a la Argentina con conocimientos en ingeniería, construcción y, en particular, en la operación de molinos harineros. Estos pioneros buscaron establecerse y desarrollar la infraestructura necesaria para la producción de alimentos en el nuevo continente. La mano de obra y el ingenio italiano fueron fundamentales en la edificación de este robusto complejo de piedra, que aún hoy desafía el paso del tiempo.
Esplendor y Funcionamiento (Principios del Siglo XX):
Durante sus años de mayor actividad, el Molino Viejo fue un centro vital para la economía local. Los productores agrícolas de la zona llevaban sus cosechas para ser molidas, transformando el grano en harina que luego era distribuida en Olavarría y, posiblemente, en otras localidades cercanas. El molino no solo procesaba trigo, sino que también pudo haber trabajado con otros cereales, contribuyendo a la seguridad alimentaria de la comunidad.
La operación del molino era un trabajo arduo y especializado. La energía hidráulica movía las grandes muelas de piedra que trituraban el grano. Es probable que contara con una rueda hidráulica exterior o un sistema de turbinas internas para generar la fuerza necesaria. Además del edificio principal del molino, es posible que existieran otras estructuras auxiliares como depósitos, viviendas para los molineros y sus familias, y quizás una herrería para el mantenimiento de la maquinaria.
Declive y Abandono (Mediados del Siglo XX):
Con el avance de la tecnología y la centralización de la industria molinera, muchos molinos harineros más pequeños y artesanales como el de Sierra Chica comenzaron a perder su relevancia. La aparición de molinos más grandes, modernos y eficientes, a menudo impulsados por motores a vapor o eléctricos, hizo que la producción del Molino Viejo fuera menos competitiva.
Se estima que el molino dejó de operar comercialmente hacia mediados del siglo XX. Tras su cierre, la estructura fue gradualmente abandonada. La naturaleza comenzó a reclamar su espacio, y la falta de mantenimiento llevó al deterioro progresivo de sus muros y techos.
Legado y Valor Patrimonial (Finales del Siglo XX – Actualidad):
A pesar de su estado de ruina, el Molino Viejo de Sierra Chica nunca perdió su significado para la comunidad. Se convirtió en un símbolo de la historia local, un recordatorio de los esfuerzos de los primeros colonos y un punto de referencia en el paisaje.

En las últimas décadas, ha habido un creciente interés en la recuperación y puesta en valor de este patrimonio. Diversas iniciativas ciudadanas y asociaciones, como «Patrimonio, Cultura y Turismo», han trabajado para visibilizar la importancia del molino y promover su preservación. Las caminatas y actividades organizadas en el lugar buscan no solo mantener viva la memoria, sino también generar conciencia sobre la necesidad de proteger estas estructuras históricas.
El Molino Viejo es hoy un sitio de alto valor cultural y turístico, que ofrece una ventana al pasado industrial de Olavarría y sirve como punto de encuentro para la comunidad, reforzando la identidad y el sentido de pertenencia. Su imponente estructura de piedra, aunque deteriorada, sigue contando una historia de trabajo, ingenio y resiliencia.
Espero que esta información te sea muy útil. Si tienes más preguntas o te gustaría explorar algún aspecto en particular, no dudes en preguntar.