La Provincia con vecinos de Acupo III: “ tienen que presionar a Maroa, porque es muy poco confiable”

Funcionarios del Instituto de la Vivienda aseguraron que “en agosto se entregarán 16 viviendas y el resto en noviembre”. Pero advirtieron que hay que presionar al responsable de Acupo. Los vecinos quieren resultados.
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Marcelo Oliván / infoeme.com
-¿Pero nadie controla si (Gustavo) Maroa usa la plata que le da el Instituto para pagar a los albañiles, para comprar materiales o para cambiarse el auto? ¿Nadie?
-No. A eso nosotros no lo podemos controlar…
La que hizo la pregunta, ante 45 personas de testigos, es una de las adjudicatarias del barrio Acupo III, harta de ver cómo en los últimos 6 años le mintieron una y otra vez sobre la terminación de las viviendas. La que respondió fue Alicia Muñiz, directora general de administración del Instituto de la Vivienda.
El diálogo marca el tono que tuvo el encuentro de los vecinos del sector y los funcionarios de la Provincia en la sede fomentista de Peña al 1400, donde tres responsables del Instituto bajaron “a dar la cara”, prometieron que las 30 viviendas se terminan en dos tandas (agosto y fines de noviembre) y pidieron que “se le meta presión a (el responsable de Acupo, Gustavo) Maroa, porque ha demostrado que no es una persona confiable”.
Los vecinos recogieron ese indicio, pero se mostraron muy molestos con el Instituto, con las demoras y con la espera de tantos años. A la cabeza de la delegación llegó Gustavo Aguilera, subadministrador del Instituto. Estaba también José Gervasio González Hueso, quien acompañó a los funcionarios.
Las variantes en la reunión, ante 35 adjudicatarios, se plantearon como dos: o se rescinde el convenio entre el Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, con lo cual “se debe iniciar un juicio que pede demorar tres o cuatro años más” (de acuerdo a lo que explicaron los funcionarios) o bien “hay que meterle presión a Maroa, cada 15 días, seguirlo, hasta que termine las casas que faltan”.
Los funcionarios que bajaron a Olavarría aseguraron que el responsable de la mutual Acupo, “es quien debe responder por las obras que no se hicieron hasta ahora, porque el Instituto de la Vivienda cumplió su parte y le hizo los pagos”.
Este capítulo es el que no termina de convencer a los adjudictarios. Varios le dijeron a los funcionarios, en directo, que creen que ellos “están incumpliendo con los deberes públicos, porque están obligados a controlar lo que hacía Maroa”.
Aguilera fue quien le mostró a los vecinos la “carta documento” que le enviaron a Maroa: “él hoy no está acá (en la reunión) es porque sabe que no ha cumplido: lo estamos llamando todo el tiempo para que termine las casas, lo llama permanentemente Horaci (Babi, presente en la reunión) y le dice que termine, lo llamamos hasta el punto que ya sabemos hasta dónde compra los materiales”, dijo Aguilera.
Allí fue cuando se produjo el diálogo entre la adjudicataria y a funcionaria, totalmente descarnado y revelador. Por ahora, todo quedó en la entrega de viviendas por mitades: 16 en agosto, y el resto en noviembre, con un intensivo seguimiento sobre Maroa: “es un hecho que no hacemos más viviendas con él”, aseguraron.
Audio «En Línea» Gustavo Aguilera, subadministrador del Instituto de la vivienda