“Como nutricionistas sabemos que el mate forma parte de los planes alimentarios y que es casi innegociable»
En Argentina el Día Nacional del Mate es mucho más que una efeméride, es un homenaje a nuestra esencia más arraigada y forma parte de nuestra identidad. El mate es mucho más que una infusión estimulante, es un hilo conductor que teje nuestra historia, pero también nuestro día a día.
Además de ser consumido por una cuestión tradicional, el mate es una infusión preparada con hojas de yerba mate (Ilex paraguariensis) que cuenta con numerosos beneficios para la salud. Es rica en compuestos bioactivos, entre los que se destacan: polifenoles, antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y protegen las células del cuerpo, y saponinas que son compuestos antiinflamatorios y potenciadores del sistema inmunológico.
Como infusión, el mate se suma a la hidratación diaria y es útil para complementar la fuente principal, que siempre debe ser el agua segura. La yerba mate no lleva sellos octogonales de advertencia porque está excluida de la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos por ser un producto natural de un solo ingrediente.
“Si bien puede ser beneficioso, para algunas personas y en algunas circunstancias, es necesario tener consideraciones por el contenido de cafeína ya que puede generar irritabilidad e insomnio. Se sugiere que una persona no tome más de 500 centímetros cúbicos, con no más de un cambio de yerba”, advirtió la licenciada en Nutrición (MP 7228) Rocío Oyola, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Y agregó: “Como nutricionistas sabemos que el mate forma parte de los planes alimentarios y que es casi innegociable. Por todos estos motivos es importante contextualizar el consumo de alimentos e infusiones de manera integral, teniendo en cuenta qué lugar ocupa y que significa en la alimentación diaria de cada persona”.
El consumo excesivo de yerba mate puede generar síntomas como mareos, palidez, aumento de la frecuencia cardíaca y debilidad, ya que hay una sobreestimulación del sistema nervioso central, que puede activar catecolaminas como la adrenalina y generar cuadros de hipotensión. Para evitar molestias gástricas se recomienda que el mate no supere los 75 grados centígrados y se sugiere alejarlo de las comidas principales para evitar que interfiera con la absorción del hierro de origen vegetal. La nutricionista también destacó el caso de las embarazadas: “Consumir más de 400 miligramos de cafeína por día se asocia con mayores complicaciones en el desarrollo del bebé y su estimulación en el sistema nervioso”.
El mate es la infusión más consumida en nuestro país y cuenta con más de 200.000 hectáreas dedicadas al cultivo de yerba mate. El mate es el inicio de innumerables charlas y forma parte de reuniones familiares; es un compañero de estudio y/o trabajo, de mañanas, tardes y noches, en la soledad o en compañía. Por su gran consumo y por estar en nuestra identidad cultural, debemos considerar el mate como un alimento.
“Particularmente en familias que atraviesan situaciones de vulnerabilidad, el mate juega un rol importante, ya que en algunos casos llega a ser utilizado como sustituto de las comidas principales; aunque esta práctica no es recomendable desde el punto de vista nutricional, nos permite comprender el valor simbólico y cotidiano que tiene el mate en la vida de muchas personas”, señaló la nutricionista Oyola.
Consumir yerba mate está relacionado con un efecto positivo en la salud mental y emocional, considerado una especie de antidepresivo natural.
Caliente, frío, con o sin yuyos, con azúcar, con edulcorante o amargo, con espuma o lavado, en base de madera, vidrio, plástico o enlozados… El mate es tan versátil como las historias que se tejen a su alrededor, adaptándose a cada paladar, región y momento; pero siempre manteniendo su esencia de unión y tradición. ¡Celebremos su día!