¿La locura o lo que cura?
Por ediciones delaltillo
La salud mental, temible eufemismo actual de la locura, bordea aspectos de la mente y más allá del consabido quién está loco y quién está cuerdo, entra también a taller la cuestión de la memoria. El cantautor español Javier Krahe ha dejado un gran testimonio con su canción Mariví, donde anuncia que uno no deja de recordar, pero sí lo hace con memoria errónea. La letra es un gran poema de amor, al igual que la canción El príncipe del manicomio, de Adrián Abonizio.
Desde la edición de Elogio de la locura, de Erasmo, estas líneas cruzadas han dado pie a grandes narrativas y versos. Por caso, para seguir apelando a grandes canciones: De cartón piedra de Joan Manuel Serrat. En la literatura universal gran cantidad de títulos abordan está temática que van desde Don Quijote de Cervantes al El Resplandor de Stephen King.
La temática de la salud mental fue fundante para la editorial independiente del altillo dado que uno de los primeros títulos editados fue Jaque Mate, de Fabricio Lucio. Con frases cortas y recuerdos cercanos, en esa novela se aborda un momento de la vida de Felipe, un usuario de la salud mental, que debió atravesar un sinnúmero de pesares hasta reconocer su enfermedad y ¿curarse? Eso quizá no suceda nunca. Jaque Mate fue “musicalizada” con la canción «El príncipe del manicomio». La saga vinculada con la temática, al menos por ahora, la completa la novela Desparido. En su segunda obra, Fabricio Lucio relata los distintos lugares, en su mayoría oscuros, que le tocan atravesar Alejandro un personaje que se relaciona íntimamente con Felipe, aunque ellos no lo saben. Alejandro termina preso de puertas que sé cierran y sólo se abren a fuerza de su tenacidad por curarse, o no.
Tanto Felipe como Alejandro se convierten en ejemplos que deberían ser analizados por la sociedad para modificar o cambiar radicalmente una importante cantidad de trabas burocráticas que no hacen más que estigmatizar y complejizar la vida de los usuarios de la salud mental y sus familias.