La historia del Mercado de Liniers: 122 años ligados a la ganadería argentina
El predio, que cerró sus puertas este viernes 13 de mayo de 2022, inició sus actividades en el año 1900. Símbolo del desarrollo pecuario, pasó por varios intentos de clausura y tentativas de traslado.
El Mercado de Hacienda de Liniers cerró sus puertas con el último remate tras 122 años de actividad, en un día marcado por la nostalgia entre los trabajadores del establecimiento. Durante su larga vida pasó por muchas vicisitudes: estuvo a punto de ser cerrado en los años ’50 y hubo varios intentos de mudanza, que recién se concretaron este 2022 con el paso al nuevo predio de Cañuelas.
Los primeros mercados y mataderos de hacienda estaban al sur de la Ciudad de Buenos Aires. El Mercado de Liniers comenzó a ser proyectado en 1884, cuando los desbordes del Riachuelo hicieron pensar a las autoridades en el traslado a una zona más segura. La construcción del Mercado comenzó en 1890, pero tardó diez años en ser inaugurado.
Así, el 21 de marzo de 1900 se faenó el primer animal. Asistió mucha gente al evento y hasta se acuñó una moneda conmemorativa. No obstante, el Mercado comenzó a funcionar de manera oficial el 1º de mayo del año siguiente.
Las reses se faenaban en una gran playa empedrada. El cercano arroyo Cildañez, todavía sin entubar, se teñía de rojo con la sangre de los animales, por lo que fue apodado justamente “el arroyo de la sangre”. Bajo las arcadas del edificio principal se instalaron la administración, un puesto policial, una estación sanitaria y una escuela. Además, la calle ancha que nace en las recovas toma el nombre de Nueva Chicago.
Hacia 1905 el Mercado y Matadero funcionan como un reloj. Todo el engranaje comercial que va desde la llegada del animal vivo hasta la distribución en las carnicerías se hace dentro de Liniers y las 97 playas de matanza forman un símil de herradura en la cual se trabaja incesantemente. En estos primeros años se podía ver a chicos merodeando por el lugar para sacar la grasa de los animales faenados y vendérsela a los fabricantes de sebo. Además, era muy común ver gente que pedía la legendaria “Copa de Sangre” que se juntaba de los animales recién muertos, porque creían que tenía poderes curativos.
En 1930 se abrió el Frigorífico Municipal, lugar al que se trasladaron muchas actividades que antes desarrollaba el Mercado.
El Resero
El 26 de mayo de 1934, en tanto, en medio de una fiesta multitudinaria se colocó en la entrada del Mercado el monumento al Gaucho Resero, obra del escultor Emilio Sarniguet declarada Bien de Interés Histórico Nacional.
Años después se realiza una obra fundamental: el entubamiento del Cildañez, el viejo “arroyo de la sangre”.
En 1945 se forma el Sindicato de Obreros y Empleados de Casas Consignatarias del Mercado Nacional de Haciendas. Y tres años después se declara una huelga en el Frigorífico que sufrió una terrible represión policial.
Los años turbulentos
En los primeros años del peronismo, el Mercado estuvo a punto de cerrar, y de hecho pasó a la órbita del Ministerio de Economía.
En 1951, al morir la esposa del primer mandatario, el Mercado es denominado “Eva Perón”, volviendo a su primitivo nombre luego de la revolución de 1955.
Recién el 13 de junio de 1956 logra su administración el Ministerio de Agricultura, aunque le dura poco porque el 18 de septiembre se decide restituir la entidad a la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. Las idas y vueltas terminan el 18 de octubre de 1957, cuando el Frigorífico, recientemente bautizado “Lisandro de la Torre”, y el Mercado, retornan a la influencia de Agricultura.
En 1961 el Centro de Consignatarios puso en el tapete un tema que se discutiría por los siguientes treinta años: la privatización y el traslado del Mercado. Lo primero se logró en 1992, mientras que lo segundo tardó nada menos que 60 años para resolverse.
La década del ‘70 obliga a mejorar la infraestructura del mercado, que ya no responde adecuadamente al gran caudal de operaciones que realiza. En 1972 se inaugura un atracadero de camiones sobre la calle Murguiondo. Asimismo, se realizan ocho muelles, ciento treinta corrales para vacunos, cien corrales de venta, con pasarelas techadas, en el sector porcinos, y una playa elevada que puede albergar 500 vehículos. En 1979 la Recova será declarada Monumento Histórico Nacional.
Mudanzas que no fueron
El 22 de septiembre de 1977 se dispone por decreto el traslado del Mercado a la zona de Mercedes, en la provincia de Buenos Aires. Rápidamente empiezan los reclamos del personal del Mercado que se opone al traslado y todo cae en saco roto.
A mediados de la década del ‘80 se comienza a hablar nuevamente de sacar el Mercado de la órbita de la ciudad, que se ve acompañado por fuertes reclamos vecinales en 1984. Esta vez es Chascomús, y no Mercedes, el lugar elegido para el nuevo emplazamiento. Por decreto 721 del 15 de mayo de 1986 se dispone su traslado antes de 1989, pero tampoco ocurrió.
La siguiente década la privatización del Mercado, lo que se vio concretado en 1992. El año anterior se había constituido “Mercado de Liniers S.A.”, una firma cuyos accionistas son 100 firmas consignatarias y de remates-ferias, con el objeto de presentarse a la licitación pública convocada por el estado nacional para otorgar la concesión de la administración del ex-Mercado Nacional de Hacienda de Liniers.
La firma ganó la licitación y se hizo cargo del funcionamiento, el mantenimiento y la administración de histórico solar.
El siglo XXI
En tanto, en 2001 se sancionó la ley 622 en la Legislatura porteña, que estableció la prohibición de ingreso de ganado vacuno en pie al ámbito porteño. En estos 21 años transcurridos debió ser prorrogada en 17 oportunidades. La última, el 31 de marzo de este año.
Y este viernes 13 de mayo, finalmente, se realizó el último remate en el barrio de Liniers. Desde el lunes 17 las operaciones se realizarán en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), más cómodo para los productores, que no deberán entrar a la Capital, y con la última tecnología. Atrás quedan 122 años de recorrido de una entidad que manejaba el 10% de la faena total de bovinos de Argentina, cerca de 1,2 millones de cabezas anuales. En el lugar el Gobierno porteño quiere instalar polo gastronómico que ponderaría la carne argentina y un Mercado Federal abierto a las provincias, donde se reubicaría la tradicional Feria de Mataderos. Pero esa es otra historia. (DIB) MM
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