¿Qué esperar en materia de ciberseguridad para 2024?
Fuente: Telam
El 2024 se vislumbra como un año repleto de desafíos en materia de ciberseguridad, marcado por la proliferación de ataques respaldados por inteligencia artificial (IA). Ya hemos visto que la IA se emplea no solo para prevenir y detectar ciberdelitos, sino que también su uso se ha expandido para cometerlos.
Entre las proyecciones, se avizoran ataques más sofisticados y difíciles de detectar, especialmente vinculados a técnicas de ingeniería social como el phishing. El ransomware, el malware y el robo de identidad también se perfilan como amenazas crecientes y complejas.
Pero, además, advertimos que el aumento del uso de las criptomonedas ha llamado la atención de los ciberdelincuentes. El mercado argentino no es ajeno a esta tendencia, y su auge se convierte en un caldo de cultivo perfecto para los ataques.
Sin embargo, en este caso puntual, la vulnerabilidad no radica tanto en la seguridad de las criptomonedas sino en el error humano y en la creatividad con la que los atacantes llevan a cabo los engaños.
Desde contraseñas débiles hasta ataques de phishing clásicos, o la explotación de vulnerabilidades en las plataformas de criptomonedas (aunque menos frecuente), son todas estrategias que exponen nuestros activos digitales.
Bajo una mecánica de engaño similar al phishing bancario, aquí nos encontramos con astutos ciberdelincuentes que buscan obtener datos sensibles o credenciales de acceso, aprovechando la confianza de los usuarios.
Por todo esto, es crucial alertar tanto a individuos como a empresas sobre estas amenazas y fomentar la adopción de medidas de seguridad adecuadas. El refuerzo en la educación sobre el uso seguro de internet y los dispositivos se vuelve imperativo en este panorama.
La concientización acerca de los riesgos asociados con la tecnología y la protección de datos personales debe ser una prioridad. Los usuarios deben ser conscientes de las interacciones en línea y evitar compartir información confidencial con fuentes desconocidas.
Aun así, es esencial implementar controles más rigurosos para superar las limitaciones humanas. Mantener sistemas y aplicaciones actualizadas, emplear contraseñas sólidas, evitar enlaces o archivos dudosos y usar herramientas de seguridad confiables, son prácticas indispensables en la defensa contra las ciberamenazas.
El futuro de la ciberseguridad reside en la preparación proactiva y la comprensión continua de los riesgos emergentes en internet. Es una tarea compartida que exige el compromiso colectivo de empresas y usuarios para mantener un entorno digital seguro y protegido.
Por Pablo Rodríguez Romeo (MP 2411-MN 5117), ingeniero perito informático forense, especialista en seguridad.
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