San Pedro: Hallan playa marina prehistórica y la vinculan al Diluvio Universal


El equipo del Museo Paleontológico «Fray Manuel de Torres» de San Pedro encontró una playa de entre 7.500 y 4.000 años de antigüedad en una zona conocida como Bajo del Tala, ubicada en una propiedad de la familia Spósito, a 10 kilómetros de la localidad del norte bonaerense.

Marcelo Zurita, uno de los puesteros del lugar, fue quien se acercó al grupo del museo para avisar que estaban «apareciendo caracoles» en el sedimento removido por una excavadora.

Ante el hallazgo, José L. Aguilar, Julio Simonini, Matías Swistun, Javier Saucedo, Bruno Rolfo, Fernando Chiodini y David y Germán Tettamanti, del Grupo Conservacionista de Fósiles del museo, se movilizaron hasta el lugar para inspeccionar.

Los especialistas encontraron decenas de ejemplares de conchillas del género Erodona y numerosos ejemplares de Heleobia australis, un pequeñísimo caracol de 7 milímetros de longitud, así como ostras y almejas junto a caracoles de agua dulce.

En tanto, siguiendo apreciaciones de Eduardo Tonni, Profesor Emérito de la Universidad de La Plata y prestigioso paleoclimatólogo argentino, desde el museo precisaron que «tanto Heleobia australis como Erodona no son indicadores marinos netos, sino de ambientes de mezcla de aguas, es decir estuariales».

Esto da la pauta de que en que en aquel momento histórico, el agua de mar llegaba mucho más adentro y mucho más al norte que en la actualidad, ya que en estos tiempos, las aguas marinas más densas pueden penetrar por debajo de las dulces hasta la altura de la ciudad de Buenos Aires. «Condiciones similares a éstas se dan a la altura de Punta Indio, en la zona de Bahía Samborombón», expresa también Tonni.

Cordón marino costero

Con el avance de los muestreos de campo, el equipo del museo arribó a la conclusión de que habían descubierto un cordón marino costero de unos 30 metros de ancho, que se había depositado al pie de un antiguo acantilado que hoy no es otra cosa que las altas barrancas de la zona.

La rompiente de aquella antigua playa depositó restos de fauna acuática pero también de vertebrados y plantas que vivían en la costa de aquel ecosistema. Bancos de conchillas, caracoles, ostras, fragmentos de peces, cáscaras de huevos de ñandú, huesos de roedores, partes de ciervos, e incluso madera, espinas y hasta algunas semillas.

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