Volver al trabajo sin dejar de amamantar
El retorno después de la licencia por maternidad implica un momento de incertidumbre para muchas mujeres que por primera vez se separan de sus bebés por tantas horas. El asesoramiento adecuado y el acceso a espacios confortables para la extracción de leche son fundamentales, además de un acompañamiento activo de su entorno social.
Pasaron las últimas semanas del embarazo, el parto, los primeros días compartidos en casa. El tiempo parece haber volado. Para muchas mujeres que están amamantando a sus bebés llega la hora de retomar la rutina laboral que habían dejado en pausa durante los meses de su licencia por maternidad. Ese momento, cargado de miedos e incertidumbre, puede poner en jaque la lactancia materna, si no cuentan con la información y el apoyo adecuados.
“Las dudas e inseguridades que surgen en el momento de la vuelta al trabajo son muchas, ya que es probable que sea la primera vez que la madre va a pasar un tiempo prolongado separada de su hijo. El asesoramiento oportuno es fundamental para que pueda continuar amamantando ya que el retorno a la vida laboral es una de las causas más frecuentes de abandono de la lactancia antes del período de tiempo recomendado”, explica la doctora Ana Pedraza,(MN 42867) jefa de neonatología de laClínica y Maternidad Suizo Argentina.
Esta etapa de cambio requiere de un acompañamiento integral para que la mamá no esté sola a lo largo de un proceso que ya es naturalmente complejo desde lo emocional. Por ese motivo, la Semana Mundial de la Lactancia Materna –que se realiza entre el 1° y el 7 de agosto en más de 100 países desde hace tres décadas- este año hace foco en este proceso. El lema de 2023 es “Promover y sostener la lactancia al volver al trabajo” y el objetivo es desarrollar acciones concretas que brinden el apoyo necesario para la lactancia en los ámbitos laborales.
“El desarrollo de un espacio ubicado en el entorno laboral o de estudio, que ofrezca las condiciones adecuadas para la extracción y conservación de la leche materna, para que las madres puedan transportarla al hogar y disponer de ella para alimentar al bebé en su ausencia temporal, es fundamental para no interrumpir la lactancia”, afirma el doctor Carlos Martín Loza, (MN 86925) miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y subdirector Centro Mamario del Instituto Alexander Fleming (IAF). Estos sitios, conocidos como “Espacios Amigos de la Lactancia”, deben ser cómodos, higiénicos y respectar la privacidad de las madres, para que realicen la extracción de un modo seguro.
El acompañamiento de la mamá en esta etapa demanda un compromiso de todos los actores de la sociedad que la rodean o tienen incidencia sobre las regulaciones del mercado laboral. “La participación activa de los gobiernos, equipos de salud, de los compañeros de trabajo, de la familia, amigos y de la comunidad en su conjunto es fundamental para fomentar, respaldar y apoyar a las personas que amamantan, intercambiando vivencias y ejerciendo una influencia positiva en las decisiones relacionadas con la alimentación de los bebés, promoviendo la práctica de la lactancia y brindando el apoyo necesario para que sea exitosa”, agrega la doctora Patricia Subotovsky, (MN 70224) coordinadora de neonatología de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina.
Las claves para la extracción y conservación de la leche
Una de las preocupaciones comunes que plantean las madres en esta etapa es cómo podrán seguir alimentando a su bebé con su leche una vez que retomen sus tareas. Si bien cada caso presenta sus propias necesidades, se las puede ayudar brindando diferentes estrategias para aliviar la angustia e inseguridades asociadas con el tema:
- Puede empezar a extraerse y almacenar leche 2 o 3 semanas antes de retomar sus tareas para asegurarse que su bebé tenga suficiente leche cuando vuelva al trabajo. Puede hacerlo manualmente o utilizar un extractor o sacaleche.
- Consultar con su empleador sobre la existencia de Espacios Amigos donde pueda extraerse y conservar su leche durante su jornada laboral y sobre otros beneficios existentes, como por ejemplo, el retorno flexible que puede implicar una vuelta escalonada o la posibilidad de trabajar algunos días en forma remota (home office).
- Planificar una rutina de extracción: extraerse leche en los mismos horarios en que su bebé se alimenta.
Por otra parte, es importante que cuenten con información precisa sobre los tiempos de conservación de la leche extraída:
- A temperatura ambiente: 4 horas.
- Heladera (no en la puerta): 4 días.
- Congelador: 15 días.
- Freezer: hasta 6 meses a menos de 18°.
Los beneficios de la lactancia materna
“La lactancia materna debe promoverse como método de alimentación ideal con grandes beneficios nutricionales, emocionales e inmunológicos. Proporciona todos los nutrientes e hidratación necesarios para el bebe, además de prevenir enfermedades infecciosas y alergias. Por otro lado, disminuye el riesgo de muerte súbita del recién nacido, hipertensión, diabetes y obesidad infantil”, explica el doctor Loza.
Si la mamá y su bebé no presentan una condición clínica que justifique no hacerlo, la lactancia debe iniciarse tan pronto como sea posible luego del nacimiento, tanto en un parto vaginal como en una cesárea. El contacto piel a facilita y promueve el inicio de la primera puesta al pecho. La recomendación es seguir con lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida del bebé, y luego comenzar a incorporar alimentos suplementarios adecuados y seguros que aporten la energía y nutrientes suficientes para cubrir las necesidades progresivas del niño/a sin abandonar el amamantamiento al menos hasta los dos años.
El tiempo de lactancia también genera importantes beneficios para la salud de la persona que amamanta. “A corto plazo, favorece la retracción del útero y disminuye el sangrado luego de parto reduciendo el posterior riesgo de anemia. Además reduce la depresión postparto, favorece el establecimiento del vínculo con su bebé y la ayuda a regresar al peso que tenía previo al embarazo ya que, una persona que amamanta, gasta alrededor de 500 calorías adicionales por día para la producción de leche”, sostiene el doctor Jorge Lezcano, (MN 110054) jefe de neonatología del Sanatorio de los Arcos.
A largo plazo, en tanto, se observa una reducción en la incidencia de cáncer de mama y de ovario, con un mayor impacto a mayor duración de la lactancia. También se ha reportado una disminución en el desarrollo de diabetes tipo 2 relacionada con la mayor duración del periodo de lactancia.
Cómo solucionar las dificultades más frecuentes
La promoción de la lactancia materna empieza mucho antes del parto, ya que es muy frecuente que las mujeres decidan cómo van a alimentar a sus bebés antes de ellos nazcan. Es por eso que el embarazo brinda la oportunidad de informar acerca de los beneficios de esta práctica, para que sepan cómo iniciarla y sostenerla en el tiempo, además de poder hablar y despejar aquellas dudas o temores que puedan surgir.
Una vez iniciada la lactancia, también puede suscitarse una serie de situaciones conflictivas en las que es importante que las mamás cuenten con un asesoramiento adecuado para poder resolverlas. “Las consultas varían según la edad de su hijo. Por lo general, dentro del primer mes de vida, las madres consultan una vez dadas de alta por continuar con dificultades en la prendida que de no ser resueltas a tiempo resultarán en complicaciones mayores: dolor en los pezones, grietas, congestión mamaria. Más adelante cuando la madre se tiene que reincorporar al trabajo, las preguntas son sobre cómo extraerse y conservar su leche, cómo organizarse, en que momento extraerse, como conjugar casa y trabajo”, cuenta la licenciada Marcela Sánchez, coordinadora de puericultoras de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina.
Contra la creencia generalizada de que es “normal” que duelan los pechos al dar de mamar, es importante consultar cuando esto sucede. La causa más frecuente de dolor en los pezones es el mal acoplamiento boca-pecho al mamar. “En el caso de aparición de grietas hay que buscar la causa de la misma: cómo ofrecer el pecho, posicionamiento del bebé y de la mamá, si los pechos están tensos por congestión mamaria y a partir de allí buscar la mejor solución para esa diada. En caso de que el dolor que siente la madre le imposibilite prender a su bebé al pecho, una alternativa es extraerse leche y ofrecérsela con un método alternativo”, comenta la licenciada María Teresa D’Osualdo, coordinadora de puericultura del Sanatorio de los Arcos.
Otros motivos, agrega el doctor Loza, son por causas relacionadas con la anatomía de la lengua y mandíbula del bebe, o funcionales como la falta o exceso de fuerza en la mandíbula que interfieran en una correcta succión. “También puede ocurrir congestión mamaria por un incorrecto vaciado mamario, rechazo de una de las mamas o cambios en la oferta de leche materna y demanda del bebe. En este caso es de gran importancia asegurar la evacuación mamaria adecuada luego de cada toma”, detalla.
El experto suma que otra complicación frecuente “es la mastitis puerperal, producida a partir de congestión mamaria, lesiones en el pezón e ingreso de bacterias por las mismas, produciendo dolor, eritema, induración y fiebre. Se debe tratar con antibióticos compatibles con la lactancia, vaciado mamario, no suspender la lactancia y frío local”. En caso de un absceso mamario, se debe drenar por vía percutánea o quirúrgica, antibióticos e inhibición de la lactancia en caso de drenaje de secreción purulenta por pezón.
“Es importante brindar a las mujeres que enfrentan dificultades al amamantar a sus bebés un asesoramiento oportuno y adecuado, identificando los problemas que pueden surgir. Se pueden mostrar diferentes posiciones que faciliten el agarre adecuado del bebé al pecho, explicar las necesidades particulares de cada lactante según su etapa de desarrollo y ofrecer pautas para distinguir entre una técnica de agarre correcta y una incorrecta. En caso de que no se logre una prendida adecuada, se enseñará a la madre sobre cómo estimular y mantener la producción de leche hasta lograrlo”, concluye la doctora Pedraza.
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