La política saca cuentas, mientras la vacunación avanza


Escribe: Sergio Di Pino

El Municipio emprolijó los números. Fue lo más significativo que tuvo para mostrar como resumen de un austero ejercicio fiscal. Con la aprobación de la Rendición de Cuentas 2020, el oficialismo logró salir del paso, aunque debió soportar una lluvia de críticas de la oposición y aceptar una resolución alternativa en el Concejo Deliberante.

El Concejo Deliberante volvió a sesionar de manera virtual.

La emergencia económica- financiera, declarada a principios del año pasado, se vio subsumida por las circunstancias excepcionales de la pandemia. Los cambios ocasionados por la enfermedad, no solo desviaron el foco de atención de la sociedad, sino que dieron condiciones de posibilidad y aceptación a un ajuste, que era inevitable, aún antes del flagelo del coronavirus.

El inédito escenario, amortiguó el impacto político de desinvertir y achicar gastos para acomodar las finanzas. En doce meses, el Municipio logró sanear el déficit de más de 350 millones de pesos creado en el segundo semestre del 2019 (un rojo al que la oposición vinculó con la campaña electoral de Ezequiel Galli). Lo que pudo ser una polémica comunitaria, se convirtió en una discusión del microclima  legislativo.

El saldo positivo de $132 millones en las arcas municipales, la posibilidad de reactivar algunas obras – en el primer semestre del 2021- y la “gran conducta tributaria de los vecinos”, que impidió un descenso significativo de la recaudación, a pesar de la crisis, fueron la triada en la que se centró el concejal oficialista, Juan Mujica, para defender el desempeño fiscal y político del Municipio.

Mujica, otra vez, vocero de la defensa de la Rendición de Cuentas de Galli.

El análisis de la oposición fue muy crítico. El contador Ubaldo García, un especialista del Frente de Todos en el estudio de las finanzas, caracterizó al ejercicio 2020 como un “brutal ajuste”. De forma  particular, se refirió a la desinversión en la obra pública que  apenas alcanzó la cifra de 50 millones de pesos: “cualquier empresa mediana invierte más que el Municipio” ironizó.

Ubaldo García – Frente de Todos fue durísimo con la administración Galli.

Además, relativizó el impacto económico de la pandemia sobre la recaudación de la comuna. En este sentido, advirtió que la baja en la coparticipación y el derecho de explotación de canteras estuvo lejos de ocasionar un inconveniente financiero: “estamos hablando de más o menos 100 millones de pesos y el Municipio recibió una ayuda de Provincia para pagar sueldos de 81 millones, lo que representa casi el 80% del impacto económico que tuvo la pandemia en Olavarría” aseguró.

Sobre el superávit de $132 millones, celebrado por el oficialismo, recordó que un Municipio “no tiene fines de lucro, no es una empresa. No hay que tener déficit pero tampoco festejar un superávit,  lo importante es ver los servicios que presta el municipio” sintetizó.

Desde el eseverrismo, Victoria De Bellis, fue directo al grano: “el DEM aprovechó la pandemia para tratar de acomodar las cuentas” sostuvo.  Con un detallado análisis, reveló que la inversión pública apenas representó el “1,5% del Presupuesto”, cifra que equivale “al menor porcentaje en inversión en la historia de Olavarría”.

De Bellis criticó la administración Galli y fue autora de la Resolución que resultó aprobada.

Agregó que el equilibrio fiscal, significó “servicios municipales restringidos”, “la caída del salario real de los trabajadores municipales” y  la “tardanza en los pagos a los proveedores municipales”. A estas variables, sumó el alivio que significó “la ayuda financiera de la provincia, y el récord de recaudación en el último trimestre del impuesto a la piedra”. Para la concejala de “Cuidemos Olavarría”, los grandes perdedores del 2020 “fueron los empleados Municipales y los proveedores”.

Fiel a la tradición eseverrista de acompañar presupuestos “para no poner palos en la rueda” y marcar errores, durante cada rendición de cuentas, sugirió algunas objeciones que dieron forma a un proyecto alternativo, finalmente votado por mayoría. Entre algunos de esas impugnaciones, que deberán ser estudiadas por el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires, se encuentran las indemnizaciones por el incendio en el depósito municipal o la cesión de tierras al Sindicato de Municipales como compensación de una deuda.

Otra de las voces más críticas, fue la concejala de “Radicales en Juntos por el Cambio”, Celeste Arouxet. A diferencia del resto de los bloques, insistió en que el ejercicio 2020 fue deficitario.

Arouxet mandó a Hilario Galli a leer el “bestseller de Pinocho, porque no le creo nada“, dijo la concejala.

“Utilizaron la plata de la gente para tratar de salvar errores anteriores” sostuvo y salió al cruce del secretario de Gobierno, Hilario Galli, tras su exposición de su primer informe de gestión en el HCD: “No le creímos nada, se manejó con una falta de respeto hacia los concejales. Qué celebrás la ordenanza si la vetaste” expresó y mandó al funcionario a leer el “bestseller de Pinocho, porque no le creo nada. Lea bien, están 42 millones abajo” lanzó.

Eduardo Rodríguez consideró que el  2020 “fue otro año con un gran déficit de la gestión en la construcción de un proyecto para todos los olavarrienses”. Habló de los coletazos del “déficit histórico del 2019” y ancló el impacto económico de la pandemia al segundo trimestre del año – caída del impuesto a la piedra-. “Peor no nos podía haber agarrado en el país y en Olavarría” expresó.

Mencionó que los gastos en personal representan el 62,45 % de los Ingresos Corrientes y dijo que, pese al contexto desfavorable, el Municipio incorporó 194 altas en 2020 (frente a 114 bajas). Para el concejal del Foro Olavarría, forma parte del incremento en la planta política y de empleados que la gestión de Ezequiel Galli “viene arrastrando” desde el 2015.

En particular, se refirió al gasto ocasionado por la tercerización de la gestión de residuos que “año a año cuesta más que el total recaudado por la Tasa de Servicios Generales Urbanos” explicó. Y puntualizó en el impacto del “achique” sobre la obra pública, la falta de inversión en las localidades y en cultura: “No hubo un solo peso, literal, de apoyo a las producciones artísticas” dijo.

El Municipio sorteó el trámite y logró la aprobación de sus estados contables. Sin embargo, no pudo imponer su proyecto “a libro cerrado” y debió aceptar observaciones que no podrán ser obviadas por el Tribunal de Cuentas de la Provincia. En términos políticos, pudo sanear los números en base a la vieja fórmula “año par, año impar” (electoral- no electoral) y lo hizo sin grandes cuestionamientos a nivel social. El inédito contexto, le permitió sumergir el esfuerzo fiscal dentro de las limitaciones económicas y sociales provocadas por la pandemia y reducir la discusión sobre una “mala administración”, al ámbito estricto del Concejo Deliberante.

Récords de vacunas, una renuncia desmentida y los gestos políticos

El arribo de más de diez mil vacunas a Olavarría, en un solo día, encendió una luz de esperanza. Fue, por lejos, la cantidad de dosis más importante que recibió nuestra ciudad –  en forma simultánea- desde el inicio de una campaña de vacunación que, como en todo el mundo, ha tenido altibajos y no ha estado exenta de polémicas y disputas políticas.

El anuncio, dado a conocer por la Región Sanitaria IX, cerró una semana alentadora en cuanto a números. La cantidad de olavarrienses vacunados, con al menos una dosis, superó la marca de 32 mil personas y se elevará a 40 mil en las próximas jornadas. “Sabíamos que se iba a acelerar el ritmo de la vacunación” expresó su titular, Ramiro Borzi, visiblemente entusiasmado.

A todo lo expuesto, deben agregarse dos decisiones interesantes por parte del gobierno de Axel Kicillof: la puesta en marcha de una “vacuna libre” y sin turno previo para mayores de 70 años que aún no tengan la primera dosis y la firma de un acuerdo para comprar, de forma directa, 10 millones de vacunas Covaxin.

Bianco y Kicillof protagonistas de los anuncios importantes para la provincia.

Pese a la importancia de estas noticias, pocos referentes del arco político local destacaron el logro. La dificultad de la dirigencia para medir aciertos, con la misma vara con la que marca los errores, resulta llamativa. No se trata aquí de elogiar a quien tenga el mérito circunstancial de una gestión, sino de sostener y convalidar políticas de Estado que beneficien al conjunto de la población. En momentos tan difíciles, se necesitan mayores gestos de unidad y solidaridad para temas de interés común.

Otra de las novedades de la semana, fue la incorporación de seis mil nuevos inscriptos al plan de vacunación. Aunque es un gran avance, objetivamente quedan 35 mil olavarrienses en condiciones de anotarse, una cifra altísima que habrá que bajar para alcanzar la tan necesaria inmunidad de rebaño. Aquí es donde más se requiere un trabajo articulado entre todos los niveles del Estado. O al menos, gestos y acciones concretas, que vayan más allá del buen diálogo operativo entre funcionarios y las buenas intenciones discursivas.

Aún cuesta entender por qué el Municipio no forma parte de la red de instituciones que integran el “Plan Distrital de Identificación de Población de Riesgo”. Su andamiaje estructural y comunicacional es indiscutible. Incluso si no fue invitado, (algo a esta altura inentendible), el estado municipal  tiene la capacidad suficiente para inscribir y contribuir a una política pública estratégica: “Uno trata de empujar a que lo hagan – por la inscripción-. Si es necesario, vamos a poner las computadoras de la municipalidad para que se anoten” indicó el intendente Ezequiel Galli, durante una entrevista con el programa de Claudia Bilbao. Claro que es necesario. Ojalá las buenas intenciones se traduzcan en una acción concreta.

La situación epidemiológica semanal, en tanto, mostró buenos indicadores. Sin embargo, se mantiene la preocupación a raíz de la alta ocupación en UTI: “Aún estamos con la terapia saturada y con faltantes de medicamentos claves para ventilar” confiesa una fuente médica del Hospital Municipal. La mejora, se observa significativamente en la guardia “que ya muestra claramente el descenso de los contagios” agrega.

Los contagios diarios tuvieron oscilaciones, pero exhiben una tendencia a la baja en términos de positividad, razón e incidencia, tres parámetros fundamentales para medir la situación epidemiológica del Distrito. La mala noticia llegó con los fallecimientos: siete personas murieron entre las jornadas del miércoles y jueves.

Con estos elementos, podríamos suponer que fue una semana calma. Pero nada de esto sucedió. Algunos rumores, que hablaban de diferencias entre el equipo de Salud, crecieron y llegaron al punto de deslizar una posible renuncia del secretario de Salud, Germán Caputo.

Las versiones, que habían empezado a correr puertas adentro del Hospital entre miércoles y jueves, tomaron notoriedad pública al día siguiente, con la entrevista radial que el Jefe Comunal brindó al programa “Desayuno de Noticias”. Durante la charla, la periodista Claudia Bilbao trasladó la inquietud al propio Intendente: “No escuché versiones pero Germán tiene una fortaleza única. Se ha dicho que ha querido renunciar pero lejos está de pasar una situación como esa,  todo lo contrario” enfatizó el Intendente. “Él tiene mentalizado que tiene que encarar este desafío. Tiene una fortaleza no solo mental sino física. Además tiene un gran equipo que lo acompaña. A él le toca liderar, lo dice siempre, pero tiene un equipazo que lo acompaña” continuó Ezequiel Galli.

La salida en Twitter de Galli para desmentir los fuertes rumores que hablaban de la renuncia de Caputo.

Rápido de reflejos, el Intendente desactivó la polémica. A las pocas horas, se sacó una foto con Germán Caputo y la compartió en sus redes sociales. “Acá con el Doc analizando cómo termina la semana” escribió, en un claro mensaje de respaldo a quien ha sido la figura más importante de su gabinete durante su segundo mandato.

La semana estuvo atravesada por la intermitencia del confinamiento y el desconcierto generalizado. Mientras la sociedad trató de adaptarse a los trastornos económicos generados por los cierres y las aperturas de actividades, la política discutió, casi puertas adentro, sobre las finanzas del Municipio.

El debate de la Rendición de Cuentas 2020, no logró ser un tema de interés para una comunidad, que a diferencia del año pasado, se encuentra condicionada por la urgencia de lo inmediato. El déficit de más de 350 millones de pesos, que tanto escandalizó a la opinión pública, ahora pasó prácticamente desapercibido. Tras la declaración de la emergencia económica, el Municipio logró ordenar sus cuentas y exhibió un superávit de más de 132 millones de pesos. Fue a costa de una marcada austeridad y de la falta de inversión. Pero el ahorro pasó inadvertido, gracias a las circunstancias excepcionales de la pandemia. La oposición tomó nota y realizó fuertes críticas al desempeño económico  y político del Municipio pero no pudo instalarlo por fuera de la sesión virtual y la cobertura habitual de los medios. El ejercicio financiero, fue aprobado por mayoría mediante una resolución con observaciones.

En el plano epidemiológico, hubo indicadores alentadores con la reducción de los contagios diarios, aunque la ocupación hospitalaria se mantiene alta en Terapia Intensiva. Los rumores de una posible salida del secretario de salud, Germán Caputo, por supuestas diferencias internas en el Hospital, fueron desactivados por el intendente Ezequiel Galli, quien supo frenar el murmullo con una muestra de respaldo público al funcionario.

Las buenas noticias llegaron a través de la vacunación. Récord de dosis diarias y varios indicios alentadores para una aceleración de la campaña, en las próximas semanas. El silencio de algunos actores de la política respecto a estos avances, muestran las dificultades para sostener y articular políticas de Estado.

Pese a estos comportamientos, tan comunes en la política, una señal surgida en los últimos días a raíz de la problemática habitacional, nos alienta a pensar que otro camino es posible. La reunión entre Ezequiel Galli y el ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, producto de las gestiones realizadas por César Valicenti y Federico Aguilera, mostró que es viable aunar esfuerzos y buscar soluciones en conjunto.

Dejar de pensar en quien capitaliza mejor una gestión de gobierno, significa madurez política. Y si es una práctica sostenida, redundará en beneficios para el conjunto de la ciudadanía.

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