Condenaron a un olavarriense que desde la cárcel instigaba a una mujer para que venda estupefacientes
Es el resultado de un Juicio Abreviado que logró sentencia en Azul en los primeros días de este mes de agosto. La pena impuesta fue unificada con una sentencia anterior que pesaba sobre el hombre.
Un olavarriense de 35 años fue condenado a la pena única de diez años y seis meses de prisión en el marco de un juicio abreviado que terminó en sentencia en los primeros días de este mes de agosto. Se trata de un hombre que desde la cárcel de Sierra Chica instigaba a una mujer para que vendiera estupefacientes en Olavarría.
El juicio abreviado fue consecuencia de un acuerdo consensuado entre el fiscal que llevó adelante la investigación, el doctor Lucas Moyano y el defensor del condenado, el doctor Marcelo Fuche.
El delito que se logró probar, y por el cual fue condenado el hombres, es el de «Instigación a la Tenencia ilegitima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor.»
En la sentencia que se conoció en las últimas horas, queda establecido que el olavarriense recibió una pena única dado que sobre sus espaldas tenía una sentencia que también incluía la prisión.
La jueza que dispuso la condena es la doctora Inés Haydee Olmedo que integra el TOC N° 2 del Departamento Judicial de Azul y con sede en la vecina localidad.
El hombre condenado es Lucas Maximiliano Krotter.
Los hechos que le enrostran al condenado
De acuerdo con lo que se ha logrado probar durante la investigación, Lucas Maximiliano Krotter se encontraba detenido en la Unidad Penal de Sierra Chica y desde allí a finales del año 2020 instigaba a quien por entonces era su pareja a que realizara comercialización de estupefacientes.
El hecho fue descubierto a finales del año 2020 cuando la mujer que era instigada por Krotter para realizar esta tarea fue sorprendida dentro de un remis transportando estupefacientes. Eso sucedió el 23 de diciembre del 2020 cuando la mujer viajaba a bordo de un remis y llevaba consigo varias dosis fraccionadas de estupefacientes.
Los testimonios que se sumaron a la causa como así también la realización de pericias y entrecruzamiento de llamadas permitió a los investigadores imputar a Krotter con la figura de instigador.
Según se desprende del reciente fallo judicial mediante la utilización de telefonía celular y desde la cárcel, Krotter le ordenaba a quien por entonces era su pareja que «tenga, obtenga y/o comercialice estupefacientes, que mantenga contacto con los proveedores y con los consumidores de sustancias prohibidas.»