Opinión | «Las Pibas no se callaron y nosotrxs tampoco»
Comunicado al conocerse el trabajo que desempeñará un hombre denunciado públicamente en 2017 por acoso sexual.
Días atrás el Municipio de Olavarría, a través de la Dirección de Políticas de Género, informó que cuenta con un dispositivo de atención integral –desde fines de 2018– destinado a varones que ejercen violencia de género en el ámbito de las relaciones de pareja.
En la comunicación se indicaba: «el equipo técnico que trabaja en el abordaje de varones está integrado por las profesionales de la psicología Emilia Ditzel y Gabriela Castro, la Acompañante Terapéutico Alejandra Contreras, el Operador Lucas Reynals, la Docente Cristina Merlo, el trabajador social Adrián Dos Santos Leal y la abogada especializada en género Marisel Cides».
El comunicado fue elaborado por la Comisión de genero «Cara de Bicicleta»
Con la publicación en los medios locales de la conformación del equipo técnico que trabaja en el abordaje de varones perteneciente a la Dirección de Políticas de Género local, nos enteramos que un varón escrachado y denunciado publicamente en 2017 por acoso sexual, es integrante de tan sensible área.
Nos referimos a Adrián Dos Santos Leal, militante por ese entonces de la agrupación política y estudiantil platense, Marcha Guevarista del Pueblo y también de la agrupación política y de derechos humanos CORREPI, quienes lo expulsaron por la gravedad de las acusaciones.
Así, bajo el lema «Ya no nos callamos más» un grupo de más de 50 mujeres integrantes de la primera agrupación y estudiantes de Trabajo Social de la UNLP, lo denunciaron públicamente junto a otros 4 compañeros por las violencias más aberrantes cometidas contra sus propias compañeras. A continuación, en las diferentes capturas de pantalla les dejamos lo que por el año 2017 fue noticia nacional y numerosos medios se hicieron eco.
Lo que venimos a denunciar acá es cómo un Municipio pone en un área tan necesaria como sensible, a una persona acusada de un delito contra los que supuestamente trabaja?. Nos enteramos también de que el acusado en cuestión, venía trabajando en el área de adolescencia y ahí nos volvemos a preguntar con más énfasis, ¿Cómo a una persona sobre la que pesa tal denuncia pública se le puede permitir tener llegada a adolescentes con diferentes problemáticas y gran vulnerabilidad?.
Las respuestas de las diferentes funcionarias municipales consultadas al respecto, fueron que si no hay denuncia judicial ellxs no puede hacer nada!!! Desconociendo por completo los tiempos de las víctimas/sobrevivientes para denunciar penalmente o su decisión para no hacerlo para evitar la revictimización y la exposición pública de su persona. Sostenemos así, que una movida tan grande y dolorosa que partió al medio a una agrupación, producto de que más de 50 mujeres se animaron a denunciar toda la violencia y manipulación que estaban sufriendo, no puede ser en vano, un varón acusado de acoso sexual no debería estar ocupando un lugar en un organismo que justamente dice luchar contra todo eso y el Municipio debería de manera urgente atender este reclamo. La violencia sexual como una de las tantas formas de violencia de género, no puede pasarse por alto y mucho menos desde el Estado!.
¿Una persona acusada de acoso sexual está en condiciones de orientar a otros varones y sensibilizarlos contra las violencias machistas?, nosotrxs pensamos que no y que es una enorme falta de respeto para todas las víctimas.
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