Cómo organizar la toma de suplementos sin mezclarlos

En el mundo del bienestar, donde los suplementos juegan un rol protagónico, es importante que estemos informados acerca de la manera de tomarlos ya que el hecho de elegirlos según objetivos personales implica consultar con profesionales de la salud, especialmente si se combinan varios. Organizar la toma no es solamente cuestión de horarios, es también cuestión de saber cómo interactúan, qué combinaciones conviene evitar y reconocer que no suplantan los alimentos, sino que acompañan y complementan para lograr un buen equilibrio. En este artículo, te  vamos a guiar para que tu ingesta sea efectiva, segura y pueda alinearse con tu estilo de vida.

¿Cuáles son los suplementos que más se consumen?

Los suplementos más consumidos actualmente responden a diferentes necesidades como rendimiento físico, salud mental, belleza, descanso e inmunidad, entre otros. Incluyen proteínas, creatina, magnesio, colágeno y omega-3, junto con opciones naturales como ashwagandha, hongos medicinales y vitamina C. Aquí te contamos cuáles son los más populares:

Proteína de suero de leche: ideal para personas activas o con dietas bajas en proteínas. Se consumen con el objetivo de desarrollar y mantener la masa muscular.

Creatina: aumenta la potencia muscular, retrasa la fatiga y beneficia la función cognitiva. Está indicada especialmente para quienes hacen entrenamientos de fuerza o de alta intensidad.

Magnesio: apoya el sistema inmunológico,reduce el cansancio, mejora el sueño y favorece la relajación muscular.

Colágeno: cuida la salud de las articulaciones, la piel y el cabello. Para tener un mayor rendimiento, se suele combinar con vitamina C y ácido hialurónico.

Omega-3: protege el corazón y mejora la función cerebral. Ideal para quienes no consumen suficiente pescado graso. También tiene efectos antiinflamatorios.

Ashwagandha: recomendado para bienestar general ya que es una sustancianatural que reduce el estrés, mejora el sueño y equilibra el sistema hormonal.

Vitamina C: refuerza el sistema inmunológico, mejora la absorción de hierro y protege contra el daño oxidativo. También se usa en cosmética.

Vitamina D3 también conocida como colecalciferol, es  fundamental para la salud ósea, inmunológica y muscular. Se produce en la piel por exposición al sol, se encuentra en alimentos como pescados grasos, yema de huevo y productos fortificados y también puede obtenerse mediante suplementos. Se transforma en el hígado y los riñones en su forma activa, el calcitriol, que regula múltiples funciones biológicas. A continuación, te contamos cuáles son sus principales beneficios:

Ayuda a la salud ósea y dental.

Previene osteoporosis, osteomalacia y raquitismo infantil.           

Refuerza las defensas del cuerpo. Previene infecciones respiratorias y enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide.

Contribuye al buen funcionamiento muscular.

 Se la asocia con una reducción de síntomas depresivos y mejoras de estados de ánimo.

Algunos estudios sugieren que, en niveles adecuados, su incorporación puede reducir el riesgo de  algunos tipos de cáncer, diabetes tipo 1 y enfermedades cardiovasculares.

Suplementación: se consume en forma de cápsulas, gotas o comprimidos y  es  fundamental consultar antes de iniciar las tomas, ya que el exceso puede causar toxicidad.

Hongos medicinales (reishi, melena de león, cordyceps): cada uno tiene diferentes  propiedades. El hongo reishi (Ganoderma lucidum) fortalece el sistema inmunológico, reduce el estrés y mejorar la salud cardiovascular. También, se investiga por sus posibles efectos anticancerígenos y antioxidantes. La melena de león (Hericium erinaceus) posee potentes efectos neuroprotectores, digestivos e inmunológicos. El cordyceps tiene propiedades energizantes e, inmunológicas y  es muy valorado en la medicina tradicional china y tibetana.

Guía práctica para organizar la toma de suplementos

En ayunas: lo ideal es tomar vitaminas hidrosolubles como la C y el complejo B. Activan el metabolismo y se absorben mejor sin interferencia de alimentos.

Con el desayuno o almuerzo (con grasas saludables): conviene tomar vitaminas liposolubles como A, D, E y K, omega-3 y multivitamínicos, que requieren grasa para su absorción.

Antes o después de entrenar: la creatina, por ejemplo, se recomienda después del ejercicio, junto con carbohidratos para mejorar su absorción

Con la cena: suplementos como zinc y calcio, aunque el calcio se absorbe mejor en dosis divididas y se puede optar por tomarlo partido, es decir, en dos momentos del día.

Antes de dormir: el magnesio es ideal para la noche, ya que favorece la relajación muscular y mejora la calidad del sueño. Si el objetivo es reducir el estrés nocturno, se puede agregar ashwagandha (planta adaptógena utilizada en la medicina ayurvédica para reducir el estrés, mejorar el sueño, apoyar la función cognitiva y equilibrar las hormonas).

¿Qué suplementos no se deben tomar al mismo tiempo?

Algunas combinaciones de suplementos interfieren entre sí, reduciendo su absorción o causando efectos desfavorables.  A continuación, te contamos cuáles son las combinaciones que debés evitar.

Hierro y calcio: el calcio inhibe la absorción del hierro, especialmente si se toman juntos en una comida o como suplemento combinado.

Zinc y cobre: el exceso de zinc puede bloquear la absorción de cobre y generar  deficiencia a largo plazo.

Magnesio y calcio (en dosis altas): ambos compiten por los mismos canales de absorción intestinal; por eso, combinarlos reduce su eficacia.

Hierro y té verde o café: las bebidas con taninos reducen la absorción de hierro. Evita consumirlas al menos una hora antes y dos horas después de tomar hierro.

Vitamina C y magnesio (en dosis altas): tomar grandes cantidades de vitamina C junto con magnesio puede provocar malestar gastrointestinal.

Vitamina D con diuréticos: puede elevar los niveles de calcio en sangre, provocando un riesgo importante.

Recomendaciones generales

Separa los suplementos que compiten por absorción.

Toma los liposolubles (A, D, E, K) con comidas que contengan grasa.

Consulta con profesionales si  regularmente tomas medicamentos o tenes  alguna enfermedad crónica.

¿Qué pasa si tomo 3 suplementos al mismo tiempo?

No es necesariamente riesgoso, pero depende especialmente de la combinación que se haga y el contexto en que los tomas. Por ejemplo, tomar vitamina C, magnesio y colágeno juntos no genera inconvenientes, especialmente si se hace con una comida.  Es recomendable que leas las etiquetas y que comiences las ingestas de a poco.

¿Puedo tomar 5 suplementos a la vez?

No es peligroso en sí mismo, pero sí lo puede ser si no se hace con criterio, es decir, con precaución y conocimiento. Por ello, la personalización y el asesoramiento profesional son fundamentales para que la suplementación sea efectiva y segura. Es importante entender las interacciones entre ellos, tomar las dosis adecuadas y conocer con exactitud tus necesidades personales. Es imprescindible, además, recordar que algunos suplementos con cafeína o estimulantes pueden elevar la presión arterial si se toman junto con otros productos energizantes y que otros suplementos pueden potenciar o inhibir el efecto de los medicamentos. Por ello, se aconseja, siempre, consultar a los profesionales de la salud.

Organizar para optimizar

Organizar la toma de suplementos no es solo una cuestión de horarios, sino de estrategia y sobre todo de conciencia y responsabilidad. Separar los que compiten entre sí, respetar los momentos óptimos de absorción y adaptar la rutina a tus objetivos será lo que marque la diferencia entre una suplementación efectiva y una que no brinde los resultados esperados. Estar atentos a las necesidades del cuerpo, consultar fuentes confiables y ajustar con criterio, son la clave para sumar salud y bienestar.

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