“El Bioparque se está convirtiendo en el basural a cielo abierto más importante de Olavarría”

El Dr. Carlos Alberto Romero fue director de “La Máxima” desde 1979 hasta el 2008. En los últimos días mostró su preocupación por la situación actual del predio. Sandra Botasi, también ex directora del “La Máxima” se había expresado en la misma línea.

En una entrevista realizada al Dr. Carlos Alberto Romero, director de “La Máxima” desde 1979 hasta el 2008, éste se expresó sobre la actualidad del predio.

Lo hizo a través de una entrevista con el Mailing de Olavarría.

“Esto es muy lamentable; en mis visitas al predio, especialmente la reserva de 20 hectáreas linderas al Bioparque, que en mi gestión se forestó en todo su perímetro delimitado por las avenidas Sarmiento, La Rioja y Trabajadores, se pueden ver hasta cueros de ovejas, producto de abigeatos dando lugar a un basural a cielo abierto, tal vez, insisto, el más importante de Olavarría”, comenzó diciendo.

El Dr. Romero agregó: “El alambrado perimetral ha sido roto y robado en distintos sectores, permitiendo así el ingreso irrestricto” y agregó: “en ese lugar se realizarían avistajes de aves autóctonas con sus reproducciones y de la flora típica de nuestra zona, que resulta didácticamente ideal para que los alumnos de las escuelas que realizan allí visitas guiadas, tomen conciencia y se nutran de conocimiento.”

“La rotura del alambrado permite el ingreso de camiones que descargan allí basura contaminante, amén de la entrada de perros vagabundos que matan animales autóctonos en reproducción para reintroducciones como, por ejemplo, los Agutíes Dorados, para señalar uno de los tantos casos”, dice.

“Muchos de los políticos y funcionarios tienen en sus escritorios planos y planes de vieja data, simples, económicos y fáciles para convertir este lugar en una reserva natural Urbana con la posibilidad de que se convierta en una de las mejores del país”, sostuvo.

El ex Director de La Máxima recordó además que Olavarría tiene el “privilegio” de disponer de la condorera, especialmente construida, logrando la denominación de “Cuna de Cóndores” por los éxitos y reintroducciones logradas con la reproducción y cría de pichones de cóndores.