“Trato de pensar que los JJOO se van a hacer y tengo que estar de la mejor forma”

El palista olavarriense Agustín Vernice se entrena en su casa y brindó una entrevista a la Agencia de Noticias DIB.


Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB.

Domingo 22 de marzo: faltan 124 días para los Juegos Olímpicos. Desde el viernes Agustín Vernice está en Olavarría. Abandonó Tigre a tiempo, el país lleva dos días de cuarentena. Lunes 18 de mayo: faltan 431 días para los Juegos Olímpicos. Desde hace casi dos meses Agustín Vernice está en Olavarría. El país sigue en cuarentena.

Aquel 22 de marzo fue un día de “alivio”. En medio de los rumores y de la incertidumbre mundial, Vernice ya había interrumpido abruptamente su preparación olímpica. “La situación no daba para más”, pone en contexto cómo recibió el anuncio oficial de que los Juegos de Tokio se reprogramarían.

El año pasado Vernice (24) consiguió para Argentina una plaza olímpica en el K1 1.000 del canotaje. Primer gran objetivo cumplido para un ciclo de trabajo que se inició en septiembre de 2016 con Tokio en el horizonte. La inminente cuarentena lo encontró en Tigre, donde entrena con la selección. Tras el anuncio presidencial, tomó sus cosas -en realidad se olvidó varias- y rajó para Olavarría.

“En líneas generales”, la lleva “bien”. “Pero ya son muchos días. Estas últimas dos semanas costó más, no solamente a mí, sino a muchos deportistas con los que estoy en contacto. Después del mes, de las cinco semanas, se hace muy difícil el encierro”, le cuenta a la Agencia DIB vía telefónica, toda una rareza en tiempos de mensajes, audios y videollamadas.

¿Cómo se entrena en casa? “Estudiantes de Olavarría, mi club, me dio todo lo que necesitaba, así que tengo el gimnasio en la churrasquera. Además, en unos días voy a sumar una bici fija. La parte de trote la hago en el patio; lo bueno de vivir en una ciudad no tan grande es que las casas tienen patio. La vuelta al patio tiene más o menos un minuto: si tengo que correr 40 minutos, doy 40 vueltas. También entreno en el ergómetro, pero me falta lo más importante, que es estar en el agua”, resume Vernice, campeón mundial Sub 23 y medalla de bronce en 2017, y ganador de dos medallas de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

“Los kayak ergómetros son diseñados para simular el entrenamiento de un kayak. Mediante una turbina de aire se imita la resistencia del agua y regulando la salida de aire se puede dar mayor o menor intensidad a la remada”, describe en su página la firma BioTech, fabricante de ergómetros. El de Agustín es de otra marca -danés-, tiene algunas otras características, “pero no deja de ser un ergómetro”, explica. “Nuestro deporte es muy técnico y se necesita desarrollar, además de las capacidades físicas, las capacidades técnicas. Con el ergómetro se puede trabajar hasta cierto punto, después es necesario poder estar en contacto con el agua”.

Los Juegos Olímpicos

“Mi cabeza está puesta en Tokio desde el momento en que no logré la clasificación para Río 2016”, le cuenta Vernice a la Agencia DIB. Sin lugar en Brasil, por esos días viajó a un Mundial Sub 23 -fue quinto-, luego unas breves vacaciones y desde septiembre de ese año se prepara para estar en los próximos Juegos. “En el medio hubo muchas competencias, fuimos dando muchos pasos, objetivos a mediano y corto plazo. Pero el objetivo máximo siempre fueron los Juegos Olímpicos. Es un largo camino, pero como se disfruta se pasa rápido”.

Sin embargo, en el tramo final de ese camino, lo inesperado: el coronavirus. En marzo de este año “la situación no daba para más”, había que suspenderlos. “Primero por una cuestión de seguridad mía, de las personas que me rodean. Y además porque la preparación para los Juegos no se iba a poder realizar: imaginate si los Juegos se hicieran y todavía estoy en mi casa sin poder entrenar, es imposible. Y si hubiese podido remar, tampoco se puede salir del país, y de Argentina ir derecho a Japón, entrenando en el invierno… No, no. No hubiese sido positivo para nosotros”.

La postergación de los Juegos se dio con la clasificación asegurada. No obstante, esa plaza es para el canotaje argentino, sin nombre ni apellido. Vernice la logró el año pasado luego de una redistribución que hizo la Federación Internacional de Canoas tras el Mundial de Hungría y que alcanzó al olavarriense por haber finalizado noveno.

“Por un lado, la reprogramación con la plaza ya conseguida me dio un poco de tranquilidad. Pero para cuando se hagan los Juegos se estarían cumpliendo dos años de esa clasificación. Lo más probable es que tenga que volver a ganarme el lugar, y me parece correcto: si hay otra persona de Argentina que es mejor que yo y va a correr, será así. Voy a hacer el trabajo de siempre, de la mejor manera, para que eso no ocurra y poder seguir siendo el N° 1 del país. Pero la realidad es que hay que trabajar duro y no subestimar a nadie”.

Por lo pronto, y mientras este 2020 todavía era un año más o menos normal, Vernice había arrancado aun mejor que en otras temporadas. “Trabajar para un Juego Olímpico te genera esa determinación que hace que siempre vayas para adelante, es una motivación tremenda. Venía muy bien, pero la realidad es que quedaba mucho por transitar: quedaba la parte más importante que es cuando empezamos a competir, empezamos a familiarizarnos con los ritmos de competencia, y es ahí cuando se ve la realidad de cada uno”.

Dos meses atrás parecía inverosímil que los Juegos no se hicieran este año. Sin embargo… “Esta postergación hace que tengamos que tener un poco más de paciencia. Pero hay que ser positivo: primero, cruzar los dedos para que esto pase y que el año que viene no estemos como este año; segundo, hay que ver el lado positivo: tenemos un año más de trabajo. Si no lo ves así, no lo podés afrontar”, ve el vaso medio lleno Vernice. No obstante, hay una pregunta tan incómoda como inevitable:

– ¿Pensás en que existe la posibilidad de que los Juegos no se hagan?

– Sí, sí, lo pienso [suspiro mediante]. Lo pienso porque este año me llevé tantas sorpresas que, la verdad, me preparo para competir en los Juegos pero una parte de mí tiene esa incertidumbre… Desde el día que conseguí la plaza para Tokio siento que hasta que no esté ahí, previo a competir… Creo que pasa con todas las cosas importantes: con los Juegos Olímpicos, que los vengo soñando y trabajando desde hace tanto tiempo, me pasa así. Espero esté controlado para el año que viene, pero hay una posibilidad, muy baja, de que no se puedan realizar. Y si para el año que viene esto no está controlado, no va a haber otra postergación, se van a suspender definitivamente. Para mí sería un golpe durísimo, me dolería un montón. Trato de no pensar demasiado en eso, de pensar en que los Juegos se van a hacer y que tengo que estar de la mejor forma para buscar un buen resultado.

A la espera de un permiso

Olavarría vivió un fin de semana de sol. Coincidió con el debut de las salidas recreativas: la posibilidad de caminar -no de correr- pero no más allá de los 500 metros de la casa. En la semana, en cambio, régimen de salidas de acuerdo con el último número del documento.

Con gimnasio en la churrasquera, trote en el patio y paleadas en el ergómetro, Agustín Vernice está a la espera de que le aprueben un permiso para poder volver a entrenar fuera de su casa. “Presentamos un protocolo, cómo sería el procedimiento en caso de que me den el permiso, y así poder comenzar definitivamente. No de manera normal, claro, porque probablemente no use las instalaciones de mi club, no esté en contacto con mi entrenador y otras cosas, pero por lo menos voy a estar en contacto con el agua, que es lo que necesito”.

Los rivales se entrenan

En contacto con deportistas de todo el mundo, Agustín Vernice cuenta que en otros países ya están entrenando. “En Alemania e Italia, donde la situación respecto del virus no fue favorable, se mantuvieron en actividad con las medidas de seguridad correspondientes. En España sí tuvieron un parate, pero ya comenzaron de nuevo. En Estados Unidos el equipo está en un centro de entrenamiento, haciendo una especie de cuarentena, pero entrenando normalmente. El bote de Italia, que está clasificado a los Juegos Olímpicos, estuvo entrenando todo el tiempo. Aun cuando Italia estaba en el pico de casos, ellos estaban en la misma situación, haciendo la cuarentena en un pueblito en el que tenían bajada al agua y no estaban en contacto con otras personas”. (DIB) GML

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