De Soraya a Verea: 50 años de evolución y crecimiento


Brauton Victoria – Agencia Comunica – Fotos: Agencia Comunica

Hace 53 años Teresita Verea no se hubiera imaginado el alcance y crecimiento de su perfumería. Una empresa familiar que comenzó como un sueño por el año 1971, cuando su esposo trabajaba en otra perfumería y decidieron independizarse para empezar un nuevo camino llamado Soraya, un pequeño local en Vicente Lopez casi General Paz. El nombre Soraya fue sugerido por la madre de la narradora, inspirado en una princesa.

Desde sus inicios, la perfumería ha sido testigo de innumerables cambios en el mercado y en la economía. Sin embargo, la clave de su éxito ha residido en su capacidad para adaptarse y mantenerse actualizada. “El secreto es estar siempre anticipada”, dice con seguridad la dueña del local.

Origen y trayectoria de Soraya

Soraya se convirtió rápidamente en un referente en el mercado de la perfumería y la cosmética de alta gama. Desde sus inicios, la empresa se destacó por su compromiso con la calidad y la formación continua de su equipo que, en su caso, incluyó viajes a Buenos Aires y a Paris.

Uno de los pilares fundamentales del éxito de Soraya, ahora Verea, ha sido la capacitación constante de su personal. “Es crucial estar capacitado para atender al cliente y hacerle ver que tiene acceso a productos de calidad, incluso si no es exactamente lo que busca. La formación continua y el conocimiento profundo de los productos permiten ofrecer siempre una alternativa válida y de calidad”, explica Teresita.

El cambio de Soraya a Verea

A lo largo de los años, enfrentaron diversas crisis económicas y períodos de crecimiento, lo que llevó a la expansión del negocio. En 1984, compraron un edificio que transformaron en lo que hoy es conocido como Verea. Durante un tiempo, tuvieron tres locales de Soraya operando simultáneamente. En 1996, el negocio cambió de nombre.

La modificación de nombre surgió tras la separación de una sociedad en la que se encontraba la perfumería. “Nos separamos y ellos usaron el nombre ‘la nueva Soraya’. Nosotros decidimos que, siendo nuestro apellido Verea, era momento de cambiar y seguir con nuestra identidad”, relata Teresita. Así, en una reunión familiar, se tomó la decisión que marcaría el nuevo capítulo de su historia empresarial.

La atención al cliente en Verea se basa en la empatía y el respeto. A través de capacitaciones les remarca la importancia de la atención al público evitando el no como respuesta.

El legado de Verea continúa con la participación activa de la siguiente generación. “Mis hijos están involucrados en el negocio, cada uno aportando desde su área de expertise. El del medio, Pablo, es quien administra la perfumería, y aunque mis otros hijos tienen sus propias carreras, siempre estamos conectados”, comenta Teresita.

Desafios a lo largo de los años

La pandemia del COVID-19 representó uno de los mayores desafíos para el negocio. Con la necesidad de cerrar temporalmente, la incertidumbre sobre el futuro era palpable. “Fue como si me cortaran las piernas”, reflexiona, evocando una frase de Maradona que encapsula perfectamente la sensación de parálisis. No obstante, la empresa logró sobrevivir gracias a una planificación meticulosa y un compromiso inquebrantable con sus clientes.

La perfumería no solo ha resistido crisis económicas, sino también desastres naturales. Las inundaciones que afectaron a la ciudad en los años 80 y 85 pusieron a prueba la resiliencia del negocio. “Perdimos mucho, pero nos levantamos”, recuerda la dueña, destacando la importancia de tener un equipo de trabajo comprometido y unido.

El éxito de la perfumería no se debe únicamente a su capacidad para adaptarse, sino también a una filosofía de respeto hacia el cliente y el empleado. “Aquí se trabaja con seriedad”, enfatiza la propietaria. “Respetamos al cliente abriendo y cerrando a la misma hora todos los días, y respetamos al empleado ofreciéndole condiciones justas y equitativas”.

Con el paso de los años, el equipo de la perfumería ha crecido y se ha diversificado, pero siempre ha mantenido un ambiente de trabajo familiar y cercano. Muchas empleadas han pasado décadas en el negocio, creando lazos profundos y duraderos. “Se forma una familia”, dice la dueña con orgullo.

La relación con la comunidad ha sido fundamental para el éxito continuo del negocio. La perfumería atrae a clientes de todas las edades, adaptándose a las nuevas tendencias y tecnologías, como las redes sociales y las plataformas de moda. “Hoy mi equipo esta integrado por muchas chicas jóvenes, que han incorporado el uso de redes sociales como Tik Tok e instagram para conectar con el publico. Su entusiasmo y creatividad son invaluables“ menciona la dueña de Verea.

Reconocimientos
El compromiso y la dedicación de Teresita no han pasado desapercibidos. Ha recibido múltiples premios, incluyendo el reconocimiento como Mujer Empresaria de Olavarría en 2022 y el prestigioso premio Dina Pontoni de la Municipalidad. “Estos premios son un honor, pero el reconocimiento más valioso es el de mis clientes. Cuando alguien entra al negocio y me dice que vienen porque confían en mi local, eso no tiene precio” destaca Teresita.

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