Domingo de paradojas
El barco de Teseo
Por: Arq. Jorge Hugo Figueroa. Tiempo de lectura estimado: 3:00 minutos.
Teseo, gran héroe griego,
Dejó a su pueblo por legado
su barco de historias cargado
Por eso era tan querido
Y el perderlo tan temido
Más con los años fue cambiado
Tradicionalmente se cuenta que “La embarcación de Teseo era venerada por su pueblo. Cada vez que regresaba a su puerto se le realizaban diversos mantenimientos, cambiando tablas, velas, palos, anclas, timones, etcétera. El tiempo fue pasando hasta que un día nació un conflicto cuando parte del pueblo decía que el barco ya no era el mismo, que nada quedaba del barco original ya que, efectivamente, cada pieza fue reemplazada por otras que no estaban relacionadas con Teseo. El resto opinaba que por supuesto seguía siendo la nave del héroe”. Pero en verdad no es exactamente así.
El filósofo José Pedro Cornejo nos comenta que “ésta paradoja se trata de un acertijo de identidad diacrónica, es decir, de la identidad que tienen los objetos a través del tiempo. De acuerdo a los datos históricos dicho barco, no era uno normal, sino que se trataba de una embarcación ritual que usaban los atenienses para agradecerle al Dios Apolo por haber salvado a Teseo y sus trece hombres. Por eso todos los años se enviaba la misma barca desde Atenas hasta Delos. Ésta tradición se mantuvo durante tanto tiempo que se fueron realizando diversas reparaciones, cambiando todas las partes hasta que llegó un punto en que toda la nave fue reemplazada por piezas nuevas.
Así surge el interrogante acerca si al final se trataba del mismo objeto o en realidad era otro. Y éste problema se vuelve interesante, sobre todo, si pensamos en nuestro cuerpo donde las células se renuevan casi constantemente. Por ello, por definición no seríamos los mismos con el correr de los años”.
El filósofo comenta que “Thomas Hobbes (1588 – 1679), ya en la modernidad, iba a agregar un factor que haría muchísimo más interesante el enigma. Thomas plantea que, además hubo alguien que fue reuniendo las tablas que se le iban quitando al barco de Teseo (las tablas originales) y que al cabo de muchos años, logra armar perfectamente el barco de …¿Teseo?.”
“Así que no sólo tenemos un objeto o sujeto “actualizado” que sigue cumpliendo con sus funciones y del que algunos dicen que no es el mismo y otros que afirman que sí; sino que tendremos un objeto o sujeto nuevo pero reconstruido con las piezas originales y del que algunos dirán que ahora sí se trata del original y otros que se trata tan sólo de un eco del pasado (una especie de fantasma corpóreo, digamos)”.
Con las ciudades, por ejemplo, pasan cosas parecidas, éstas cambian, se modifican y hay quienes añoran su ciudad del pasado y se sienten ajenas a la nueva y habrá otros que no les pase lo mismo.
¿Es que acaso la identidad puede mutar?
Cuando nos encontramos con alguien conocido, después de muchos años, rápidamente notamos los cambios en su cuerpo, por ejemplo, sin embargo, lo seguimos percibiendo como conocido (aunque hay casos en que verdaderamente los cambios serán tan profundos que se nos hará irreconocible, hasta que su voz o su contenido nos lo recuerde. Sea como sea, volverá a sernos familiar.
Bueno, como fuere, me sentiría sumamente feliz si éste enigma nos sirve para abstraernos de las campañas políticas y de las furias varias que nos distraen de las cosas importantes.
Abrazo digital.
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