Santa María Reina

Por Horacio Robirosa () [email protected]
Santa María Reina, conocida también como la Reina del Cielo, es un título especial que los creyentes otorgan a la Virgen María, reconociendo su rol único y su importancia en la tradición cristiana. Este título refleja la fe y el amor que muchas personas tienen hacia la madre de Cristo, viéndola como una intercesora poderosa y como una guía espiritual en el camino hacia Dios. El título de «Reina» aplicado a María tiene raíces profundas en la teología y en la tradición eclesiástica. Desde los primeros siglos del cristianismo, los fieles reconocieron la majestad y el papel excepcional de la Virgen María en el misterio de la salvación. Este reconocimiento se consolidó en los textos, himnos y oraciones, que la exaltan como Reina del Cielo. Uno de los momentos clave en la historia de este título fue la proclamación del dogma de la Asunción de María por el Papa Pío XII en 1950, el cual establece que María fue elevada en cuerpo y alma al cielo y fue coronada como Reina. En este contexto, el título subraya la cercanía de María con Cristo y su participación en la gloria celestial. Santa María Reina simboliza la esperanza, la protección y el amor divino. Para muchas personas creyentes, María representa una madre que no solo consuela, sino que guía en los momentos difíciles. Su imagen como Reina no es de dominio autoritario, sino más bien de servicio, cuidado, modelo de humildad y obediencia y entrega hacia la humanidad, en su amor incondicional y en su entrega total a Dios. Todas virtudes que los creyentes buscan emular El título también invita a meditar sobre su papel en la historia de la salvación, como la «nueva Eva» que, a través de su obediencia, revirtió el daño causado por el pecado original. María es vista como una reina que comparte la alegría y la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. Para muchas personas alrededor del mundo, Santa María Reina es una fuente de inspiración en su día a día. Las oraciones marianas como el Rosario son un medio para rezarle y buscar su intercesión en momentos de necesidad. Su título como Reina recuerda la importancia de vivir con fe y esperanza, confiando en su ayuda para superar los desafíos de la vida. Santa María Reina no solo es un título que exalta a la Virgen María, sino que es una invitación a profundizar en su papel como madre, intercesora y guía espiritual. En el corazón del cristianismo, su figura sigue siendo un faro de luz y esperanza, un símbolo de la victoria del amor divino sobre las adversidades de la vida. Para millones de personas en todo el mundo, ella es y seguirá siendo la Reina que inspira y que acompaña en cada paso del camino hacia la eternidad.
() Voluntario de la Inmaculada Padre Kolbe – Olavarría