Visitas de peso y polémicas en el sprint final a las urnas
Escribe: Sergio Di Pino
Por Sergio Di Pino – En Línea Noticias / Fotos: Luis Molina
La política provincial salió a disputarse la séptima sección electoral y Olavarría fue su punto neurálgico. En el tramo final de la campaña, varios de sus animadores tomaron a nuestra ciudad como una parada obligatoria de sus recorridas y desplegaron todo tipo de actividades proselitistas.
El Frente de Todos recibió a Axel Kicillof y a sus dos principales candidatos; Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollan. Al gobernador, no lo detuvo ni la tormenta de Santa Rosa. Decidió venir en automóvil y pasó la noche en nuestro distrito. De esa forma, cumplió con la promesa realizada a los dirigentes locales de su espacio político: regresó a nuestra localidad con agenda propia, luego de haber compartido una actividad con el presidente Alberto Fernández en el parque del Bicentenario.
Desde Juntos, llegaron Diego Santilli, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires , Horario Rodríguez Larreta, la diputada Graciela Ocaña y el radical díscolo, Gustavo Posse. Se reunieron con vecinos, lazaron propuestas para la industria y respaldaron el armado seccional de Ezequiel Galli. La UCR, que se medirá en internas con el PRO, trajo al senador nacional Martín Lousteau y “Avanza Libertad” a su máximo dirigente, José Luis Espert, quien aprovechó para desafiar a Axel Kicillof a un debate público
¿Por qué se juega tan fuerte en la Séptima y especialmente en Olavarría? Los comicios legislativos definirán la nueva composición del Senado bonaerense, pero únicamente se renovarán cargos en cuatro de las ocho secciones electorales. Pese a que nuestra región aporta sólo tres bancas, el “poroteo” anticipa un escenario de absoluta paridad. Incluso, más de un dirigente especula con una igualdad de bancas (23-23), a partir noviembre, que les permita al oficialismo desempatar, con el voto doble de Verónica Magario, si surgen temas candentes.
Para el gobierno de Axel Kicillof, la séptima sección es una de las llaves maestras que pueden destrabar el Senado. Un resultado favorable (de mínima, un legislador), contribuiría a facilitar las discusiones parlamentarias que quedaron postergadas o ganar peso a la hora de negociar leyes centrales para la gestión. Por citar algunos ejemplos, la imposibilidad de contar con una mayoría en la Cámara Alta llevó a que el directorio del Banco Provincia quedara sin quórum, una entidad indispensable para facilitar créditos en materia productiva. La agenda judicial también se encuentra postergada. A las tres vacantes en la Suprema Corte, se suman más de 200 designaciones en el Poder Judicial y la incomodidad que le genera al oficialismo la permanencia del Procurador, Julio Conte Grand, de un claro perfil político ligado al PRO. Revertir esas relaciones de poder, también le daría más aire a la gestión provincial para encarar discusiones vitales como el Presupuesto o las leyes impositivas.
Juntos se aferra a mantener el “statu quo” seccional y luchará por conservar sus tres bancas, aunque un resultado más realista, marcado por la fuerte polarización existente con el Frente de Todos, los mantiene como favoritos pero con un 2 a 1.
Para sumar representantes, cualquier espacio político necesita superar el elevado piso del 33% de los votos. La foto de la elección del 2019, mostró que ambas fuerzas pasaron – con bastante margen- esos guarismos, y evidenció que la alternativa de una tercera fuerza quedó muy relegada. Aunque el PRO y la UCR afrontarán una difícil interna, que ya mostró más de un chispazo, en lo sucesivo deberán convivir como una única fuerza para “enfrentar al kirchnerismo”.
Olavarría es la localidad con mayor caudal electoral de las ocho ciudades que componen la séptima sección. Junto con Azul, definirá gran parte de la suerte de al elección. En ese marco, de interés para la política bonaerense, los candidatos y referentes locales cobraron un marcado protagonismo durante las últimas actividades de campaña.
“No podemos permitir más el atraso de Olavarría”
Uno de los principales oradores del acto de Axel Kicillof en Estudiantes, fue Maximiliano Wesner. En una actividad centrada en la militancia, se lo vio distendido y con un discurso bien armado. Durante su exposición, el precandidato a concejal repasó datos sobre el impacto de las obras y programas nacionales y provinciales en el distrito. Fue la plataforma que eligió para introducirse en la discusión local.
A partir de ese hilo discursivo, trató de exponer las “dificultades” que acarrea al desarrollo productivo y social de la localidad, tener un gobierno municipal con otro signo y programa político: “No podemos tener más a nivel municipal un impasse de administración pública que no acompañe a los comerciantes, las pymes y a las localidades” expresó.
Desde ese postulado, pidió a sus seguidores “estar unidos” para impulsar “la Olavarría que queremos”. “Tenemos que estar encima de ese tren del desarrollo y la producción” insistió. “No podemos permitir más el atraso de Olavarría, que supo ser pujante. Hay que pensar para adelante y a trabajar intensamente. No voy a claudicar” remarcó ante un aplauso cerrado de los presentes.
Aunque se le vio sólido, no deja de ser un acto para los propios. La verdadera incógnita pasa por determinar cómo esa agenda, puede sensibilizar al conjunto de una sociedad, que mira de reojo y con desconfianza a los políticos en campaña. Pese a las estrategias locales y la militancia en el territorio, es una elección que, inevitablemente, estará marcada por lo nacional. En ese marco de país, Juntos – en especial el PRO- y algunos medios porteños de comunicación, han llevado y moldeado la discusión hacia algunos lugares comunes de “indignación”.
A modo de ejemplo, la viralización del video de la maestra de La Matanza, que interpela efusivamente a un estudiante y fustiga al macrismo, fue retomado por la gestión de Ezequiel Galli: “Que las aulas no se conviertan en lugares de adoctrinamiento político», fue el mensaje con el que se intentó bajar la discusión al plano local. A través de declaraciones del precandidato, Carlos Coscia, sostuvieron que “el kirchnerismo quiere convertir escuelas en unidades básicas”. El momento elegido para la comunicación no fue casual. Coincidió con el día de la visita de Axel Kicillof y reforzó una denuncia realizada por la agrupación juvenil que responde al Intendente, sobre una presunta convocatoria “desde la Jefatura de Distrito” a directoras de las escuelas secundarias para que “inviten a los presidentes de los centros de estudiantes” al acto que encabezaría el gobernador.
Inevitablemente, los candidatos locales del Frente de Todos deberán sobrellevar este tipo de planteos y maniobrar con los “errores no forzados” de algunos de sus dirigentes nacionales o provinciales.
Respaldo a Ezequiel Galli y el escándalo de los pasacalles
La visita de Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta a Olavarría fue un claro mensaje de respaldo a Ezequiel Galli como máximo referente seccional del PRO. Los dirigentes hicieron mención a su liderazgo regional y, a modo de gesto, eligieron a la ciudad para lanzar sus propuestas para la industria y el trabajo: “La llegada de Horacio y Diego a presentar las propuestas vinculadas al mundo del trabajo no hace más que confirmar que somos el Partido del trabajo” valoró el Jefe Comunal, a modo de balance de la visita.
A eso se le sumó, la presencia de Gustavo Posse, en una de sus primeras apariciones en el interior bonaerense. Casi como una “mojada de oreja”, la participación del dirigente de la UCR en un acto de respaldo a Diego Santilli, también fue un tiro por elevación al radicalismo local, cuya conducción había respaldado al intendente de San Isidro en su disputa con Maximiliano Abad, durante las internas del centenario partido.
En ese contexto, la agenda del PRO en Olavarría se vio enrarecida con el incidente protagonizado – algunas horas antes y a pocos metros del lugar del evento-, por el ex funcionario municipal Gastón Acosta.
Integrantes de la UCR local, denunciaron haber sido increpados por el exsecretario de Hacienda y dieron a conocer una serie de videos. A partir de las imágenes, advirtieron sobre una presunta quita de uno de sus pasacalles y el reemplazo por un cartel que exhibía el nombre de la fórmula “Cenizo- Galli”. “A raíz del llamado de un vecino, descubrimos que militantes del PRO, junto a un ex funcionario, estaban retirando uno de nuestros pasacalles. Al encontrarnos en el lugar con esta situación e intentar registrar lo que estaba sucediendo, uno de nuestros militantes fue agredido por el mencionado ex funcionario” advirtieron.
Tras plasmar la acusación, dijeron estar “cansados de tanto atropello. Decidimos hacerlo público porque a esto se sumaron agresiones y no lo vamos a tolerar” lanzaron.
En medio de los esfuerzos realizados por Santilli y Larreta por bajar el tono de la interna con la UCR y ponderar la “unidad de la oposición” de cara a noviembre – trascendió que negocian una foto con Facundo Manes una vez finalizada la elección- la situación local generó un clima de incomodidad.
El intendente Ezequiel Galli, intentó bajarle el tono pero estuvo lejos de ensayar un pedido de disculpas: “Nosotros nunca quitamos un pasacalles. Estaba descolgado y estábamos acomodándolo” esbozó en declaraciones al Canal Local. «Me parece que tenemos asumir un compromiso. Primero de respetarnos, nosotros siempre lo hemos hecho» sostuvo. Independientemente de si es o no una discusión propia del “folclore” de la política, hay algo que no debería pasarse por alto: ninguno de los involucrados en el incidente de los pasacalles, cuenta con el poder de policía para intervenir en nombre del Estado. Tiempo atrás, desde el Municipio se puso a disposición el Centro de Monitoreo Municipal para esclarecer este tipo de situaciones. Sería conveniente que esas promesas se concreten y se ofrezca un gesto a la trasparencia que tanto se pregona.
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