Invasión de mosquitos: «La fumigación no es una solución definitiva ni la más eficaz»
Tras confirmar que los mosquitos que invadieron Olavarría son del género Psorophora el Municipio desestimó la fumigación y brindó medidas de prevención
Ante las numerosas consultas sobre la aparición de mosquitos con características similares al Aedes aegypti, la Municipalidad del Partido de Olavarría recordó las recomendaciones de prevención para evitar criaderos de larvas del mosquito Aedes, que tiene hábitos típicamente domiciliarios.
Los sitios de cría son fundamentalmente artificiales: principalmente utiliza elementos de uso urbano y en desuso.
No crece en charcos, lagunas, zanjones y pastizales. Una hembra, oviponiendo cada tres o cuatro días en condiciones óptimas, puede llegar a poner alrededor de 700 huevos en el curso de su vida.
La comuna recordó que los encontrados hasta el momento pertenecen al género Psorophora, que son más grandes que el Aedes. Entre las primeras medidas, personal de Bromatología envió fotografías de los insectos al área de Zoonosis Rurales de Azul, descartando de esta forma que se tratara de los mosquitos transmisores de Dengue, Zika y Chikungunya. Al momento se enviaron las muestras de las especies para su definitiva resolución.
El principal método de control –entonces– sobre el Aedes aegypti debe estar enfocado en la prevención, eliminando todo recipiente y/u objeto capaz de acumular agua y actuar como un posible reservorio del moquito.
A diferencia de lo que se suele creer, la fumigación no es una solución definitiva ni la más eficaz para eliminar a los mosquitos y prevenir las enfermedades que transmiten. Las principales acciones deben estar enfocadas en eliminar reservorios como se mencionó anteriormente.
La fumigación actúa sobre el mosquito adulto y mata sólo un porcentaje pequeño. Los que sobreviven, continuarán su ciclo, naciendo mosquitos todos los días, por lo que debería fumigarse cada tres días para que sea efectivo. También, cuando se fumiga se genera resistencia a los insecticidas, requiriendo cada vez dosis más altas con el consecuente impacto en el medio ambiente, dado que ningún insecticida es inocuo completamente para la salud humana. Tampoco tienen selectividad, matando a todo tipo de insectos, polinizadores, depredadores naturales de los mosquitos, etc.
Según la investigadora del Conicet, e integrante del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Sylvia Fischer: “Fumigar en los espacios verdes es un despilfarro de recursos. El Aedes egytpi es netamente domiciliario, se cría en recipientes y no en charcos, lagunas o zanjas. Fumigar, sin la necesidad de un bloqueo es favorecer la resistencia en la población de mosquitos”.
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