Azul: Las sombras de Sombra
Escribe: Carlos Comparato
Año 2011. José Inza había asumido como intendente de Azul. A los pocos meses de iniciar su mandato es convocado, junto a otros jefes comunales, a una reunión con el ministro de Obras Públicas de la Nación Julio De Vido. Cada uno debía brindar un informa sobre el estado de su Municipio y los proyectos. Cuando le tocó el turno, Inza confesó que el de Azul estaba “medio quebrado”. De Vido lo interrumpió y le señaló: “Intendente, está quebrado o no está quebrado, no se puede estar medio quebrado”.
Trece años después, el intendente Nelson Sombra confirma que esta Comuna está quebrada. Pasaron las administraciones de Inza, dos períodos de Bertellys/Vieyra y la decadencia de esta Municipalidad es un designio perturbador. Le toca a Sombra intentar revertirlo. Tardó en adoptar medidas que las debería haber ejecutado al otro día de asumir. Hoy tiene que pagar otro costo y nunca se zambulló profundamente en la herencia que le dejaron Bertellys/Vieyra, que iba más allá de una auditoría. Hay “acuerdos políticos” que no se dicen ni están firmados. Lo demuestran los hechos con funcionarios clave de la anterior gestión que permanecen en sus cargos o el inventor de Bertellys, léase Vieyra, sumando su voto para el oficialismo en el Concejo Deliberante.
Hay un atisbo de soledad en el Intendente. ¿Desde dónde estructura volumen político? Un peronismo local diluido (no exento de la crisis que atraviesa a todo el sistema político) se vuelca al soporte de La Cámpora de la mano de Máximo Kirchner con el riesgo de ser arrastrado por la pugna de éste con el gobernador Axel Kicillof.
Sombra está a tiempo de todo. El peor pecado es acelerar el desgaste. Resolver la crisis anunciada con los sindicatos municipales (tendrá que evaluar cuál es el costo más alto frente a una sociedad que lo está observando), reducir la estructura de la pirámide municipal empezando a direccionar otro modelo de gestión y enfocar con una lupa hacia dónde dirige los gastos. Atreverse a la ruptura de lo viejo.
La palabra consenso (previo a la acción) le suele resultar lejana.
Sombra hoy pelea con las sombras de un Municipio asfixiado en la decadencia perturbadora de sus sombras.