Azul: Prisión preventiva para el paraguayo que usó a una niña para esconder un kilo de cocaína


Una nota del diario El Tiempo de Azul.

La detención de un hombre de nacionalidad paraguaya, arrestado durante un procedimiento antidrogas realizado en Azul el pasado 30 de agosto, cuando en un auto en el que viajaba con su familia llevaba un ladrillo de cocaína que pesó algo menos de un kilo, fue convertida en prisión preventiva.

La última semana, en una primera instancia la medida cautelar para el investigado por esta infracción a la Ley 23.737 fue ordenada por Juan José Suárez, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 3 con asiento en el Palacio de Justicia de la vecina localidad.

A través de lo resuelto, el hombre que sigue privado de su libertad continúa siendo considerado el probable autor del delito de tenencia ilegitima de estupefacientes con fines de comercialización.

El imputado, oriundo de la ciudad paraguaya de Comanduyú y con actual domicilio en CABA, tiene 35 años de edad.

De ocupación remisero, cuando en horas de la noche del pasado viernes 30 de agosto resultara aprehendido en Azul, durante un procedimiento desarrollado por agentes policiales de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, había sido identificado como Edilson Coronel Domínguez.

La medida cautelar fue ordenada por el Juez garante en respuesta a un pedido formulado desde la UFI 22, la Fiscalía a cargo de Lucas Moyano donde se continúa tramitando el sumario penal que lo tiene como acusado al remisero por esta infracción a la también llamada ley de estupefacientes.

La «importante pena» que podrían dictarle a ese hombre de resultar condenado por el mencionado delito -que va desde los cuatro a los quince años de prisión- se valoró por parte del titular de Garantías 3 como «un dato objetivo» de riesgo procesal que hacía adecuado que su detención fuera convertida en prisión preventiva.

Además, para resolver que el investigado continúe privado de su libertad el magistrado tuvo en cuenta diferentes cuestiones surgidas del procedimiento que derivara en su aprehensión en la vecina localidad a fines de agosto pasado.

Entre esas circunstancias se alude en lo resuelto hace cinco días a la cantidad de droga secuestrada en poder del imputado, considerando que ese ladrillo de cocaína que trasladaba en el auto que conducía pesó 918 gramos.

Según concluyó el juez Suárez, Domínguez poseía la droga «para su comercialización» y la cantidad secuestrada «hace presumir que no era una mera tenencia».

Además, al igual que sucediera cuando el investigado quedó detenido y en sintonía con lo sostenido desde la imputación, volvió a valorarse ahora -como otro indicio de autoría en ese ilícito que le atribuyen- la forma en que el remisero trasladaba la cocaína y el lugar del auto dónde fue hallada.

Al ser requisado ese pasado 30 de agosto el vehículo tipo SUV marca Renault Duster en que Domínguez viajaba acompañado por una mujer y dos menores de edad, al ladrillo de cocaína los policías de la delegación antinarcóticos local lo encontraron oculto en el asiento trasero del rodado. Concretamente, debajo de una silla para bebés en la que aquella noche iba sentada una nena de tres años de edad.

Según se continúa afirmando, el investigado había colocado el ladrillo de cocaína en ese lugar para que no fuera descubierto en «los posibles controles policiales» por los que tuviera que pasar mientras iba viajando.

De acuerdo con lo que pudo establecerse, Azul había sido una de las localidades donde el imputado hizo escala durante ese viaje que realizaba con la mujer y los menores, el cual tenía como destino otra ciudad. Al parecer, ubicada en el Sur del país.

En tanto, como un nuevo indicio de prueba que compromete la situación procesal del imputado por esta infracción a la Ley 23.737, para ordenar su prisión preventiva el Juez de Garantías ahora tuvo en cuenta también los resultados de los análisis a los teléfonos celulares que la Policía secuestrara durante el procedimiento.

Al respecto, en uno de esos móviles se hallaron comunicaciones que daban cuenta de «diversas conversaciones relativas a la comercialización de sustancias estupefacientes».

Aprehendido

Ese ya mencionado 30 de agosto pasado, los agentes de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas con asiento en Azul contaban con el dato de que Edilson Coronel Domínguez venía viajando en la Duster y trayendo la droga.

De esa manera, en horas de la noche se montó un retén policial en el interior de la ciudad y el vehículo pudo ser interceptado en el cruce de la Avenida 25 de Mayo con la Calle 8.

Voceros de seguridad ligados a la realización de aquel procedimiento habían informado a EL TIEMPO que Domínguez conducía la Duster en la que viajaba acompañado por una mujer y los hijos de ella: un nene que tiene nueve años y la nena ya mencionada.

También se refirió que el ladrillo de cocaína hallado debajo del asiento donde viajaba la niña estaba dentro de una bolsa, envuelto con una cinta amarilla identificada con el logo de una hoja.

Además de hacerse efectivo el arresto del hombre que sigue preso y el secuestro de la droga, durante el procedimiento los policías recogieron cuatro teléfonos celulares y dinero en efectivo.

La sospecha de que el remisero de nacionalidad paraguaya llevaba estupefacientes en ese rodado que manejaba comenzó a quedar en evidencia para los investigadores no bien lo identificaron, lo cual sucedió una vez que la Duster fue interceptada en 25 de Mayo y Calle 8.

Por la manera en la que hablaban, los policías de la división antinarcóticos local advirtieron de inmediato que ni Domínguez ni la mujer que lo acompañaba eran oriundos de Argentina. Y al notarlos extremadamente nerviosos cuando los interrogaban, esa circunstancia dejó al descubierto también que se estaba en presencia de un posible ilícito vinculado con una infracción a la Ley 23.737. Tal como después pudo ser comprobado, al hallarse en poder del imputado ese ladrillo de cocaína que pesó algo menos de un kilo y por el que este martes que pasó fue ordenada su prisión preventiva.

El dato

No bien se hizo efectiva su aprehensión, el remisero Domínguez permaneció durante algunos días en la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas local. Desde esa seccional policial, ubicada sobre la Avenida Mitre en la ciudad de Azul, el pasado 5 de septiembre había sido llevado a la Unidad 38, una de las cárceles del complejo del SPB que está en Sierra Chica donde sigue preso.

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