Caso de grooming de la región terminó en una condena contra un hombre

Fallo de un Tribunal Correccional de la ciudad de Tandil.


Un juez le dictó una pena de un año y once meses de prisión de ejecución condicional. El encausado le enviaba mensajes y fotos obscenas a una adolescente menor de edad.

La sanción fue dada a conocer durante un juicio que finalizó la semana pasada y había tenido como escenario el Juzgado Correccional que en Tandil está a cargo de Carlos Pocorena.

El Diario El Tiempo de Azul señala que, en la resolución, ese magistrado condenó al encausado a la pena de prisión en suspenso ya referida, al declararlo autor penalmente responsable de los delitos de captación por medios tecnológicos de menores de edad con fines sexuales y exhibiciones obscenas agravadas, delitos cometidos en concurso ideal de acciones.

Tal como sucede ahora con hechos donde surgen condenas por delitos de índole sexual, una vez que este fallo quede firme al encausado deberá tomársele una muestra biológica para incluir su perfil de ADN en la Dirección del Registro Nacional de Datos Genéticos Vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

El hombre que fue condenado en esta primera instancia tiene actualmente 38 años de edad y fuentes judiciales lo identificaron como Gustavo Alfredo Gorozo.

Oriundo de Tandil, en esa vecina ciudad serrana ocurrieron los hechos que quedaron probados en este proceso judicial, un debate donde las partes estuvieron representadas por el fiscal Lucas Moyano y el defensor Oficial Jorge Leonel Calles.

El juez Pocorena dio por demostrado que en mayo del año 2.017, durante varios días, el hombre cometió los ilícitos en perjuicio de una adolescente que en ese entonces tenía catorce años.

Desde el WhatsApp de su teléfono celular, en ese período de tiempo Gorozo contactó a la chica. Lo hizo, sostuvo el magistrado en el fallo, “con el fin de cometer algún delito contra la integridad sexual de la menor, enviándole mensajes de texto con clara connotación sexual”.

También, a través de esos mensajes que le mandaba, el hombre condenado anteayer incluyó “una fotografía obscena”, imagen que tenía como finalidad “que sea vista de manera involuntaria por la menor”.

Uno de los principales elementos para dar por probada tanto la existencia de estos ilícitos como la autoría del imputado en los mismos estuvo relacionado con el testimonio que la menor brindara en Cámara Gesell.

Esa declaración le fue tomada después de que la madre de la adolescente, al observar esos mensajes que su hija recibía en su teléfono celular, radicó una denuncia en sede policial.

Dicha presentación se convirtió en el inicio de la causa penal por la que ahora el autor de este caso de grooming ha sido condenado en este juicio que finalizó anteayer.

A través de esa investigación penal, una vez localizado e identificado el hombre que le enviaba esos mensajes a la menor, desde la Justicia fue intervenido el celular del ahora condenado, por lo que se obtuvieron escuchas telefónicas que se convirtieron en otro elemento de prueba para el declarado autor de estos hechos.

Además, la vivienda del imputado había sido allanada, ocasión en la que fue incautado su teléfono celular.

El hombre condenado anteayer declaró en el debate, testimonio que sirvió para que “reconociera lisa y llanamente ser el autor de los hechos”, escribió el Juez Correccional en el fallo.

También, Pocorena señaló en la resolución: “Descarto que la conducta de Gorozo resulte ser una mera grosería como se aludiera, sino que, por el contrario, sostengo que el accionar del imputado iba enderezado a la satisfacción de sus deseos sexuales”.

La falta de antecedentes penales computables del hombre condenado en este juicio oral derivó en que la pena dictada fuera en suspenso, del mismo modo que la duración de dicha sanción, que es inferior a los tres años.

Además, como pautas de conducta le fueron impuestas varias obligaciones que debe cumplir durante el plazo de dos años, a partir de que este fallo quede firme.

“No cometer nuevos delitos”, fijar domicilio y presentarse cada dos meses en la Delegación Tandil del Patronato de Liberados son algunas de esas obligaciones. También, tiene que someterse a una pericia psicológica psiquiátrica, para que se determine “si padece alguna patología”. De ser así, deberá realizar un tratamiento.

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