“Marcela hubiese sido yo”, dijo la madre de tres hijas del detenido por femicidio

Desgarrador testimonio de una ex pareja de Báez y madre de las tres hijas del detenido por el femicidio de Marcela.


Sede del Juzgado de Familia de Olavarría. Ilustración.

Un testimonio desgarrador, detalles escalofriantes y una definición concreta: la historia de un violento. A menos de una semana del femicidio de Marcela Gómez, una ex mujer del detenido por el asesinato rompió el silencio y habló con En Línea Noticias.

Su testimonio define y marca la historia de tantas mujeres que día a día son víctimas de violencia de género. Antes de matar de una puñalada a Marcela Gómez y ser pareja de la hermana de ésta, Juan Horacio Báez convivió doce años con otra mujer con la que tuvo tres hijas. Quizás el asesinato de Marcela sirvió para que esta mujer cuente lo que le tocó atravesar con el ahora detenido.

En un testimonio exclusivo para En Línea Noticias la mujer contó sobre Baez, “estuve doce años con él, tenemos tres hijas. Siempre fue muy posesivo, le molestaba que yo fuera a lo de mi mamá, le molestaba yo tuviera amigas y de a poco, muy de a poco, me fue sacando todo eso. Así durante muchos años”.

Días atrás el Fiscal General de Azul aseveró que él debía haber sido informado si Báez tenía causas por violencia de género y descartó que esto haya sucedido. Sin embargo la madre de las tres hijas del hombre lo denunció en reiteradas oportunidades por hechos de violencia e incluso fue atacada con un arma de fuego. Baez disparó una vez contra la madre de su hijo, fue el destino quien no definió su muerte.

“Esto se podía haber evitado”, dice la mujer a En Línea Noticias haciendo referencia al femicidio de Marcela Gómez. Recordó durante la charla que Báez estuvo dos veces detenido y que al momento de ser juzgado por hechos vinculados contra su persona, los procesos nunca prosperaron.}

Si bien evitó recibir un disparo de Báez, la mujer contó que, “hará cuatro años, después de la primera denuncia, estábamos conviviendo. Y él siempre consumió cocaína, pero a lo último ya la fumaba. Vivíamos en un departamento en el barrio UTA y fueron tres meses en los que yo estuve encerrada ahí: solo salía a hacer mandados, llevar las nenas a la escuela. Él me llamaba el remis, tenía que volver enseguida. Dejar las nenas en la escuela y volver a casa. En ese trayecto, que se extendía por quince minutos, él hacía videollamadas para ver si yo seguía en el remis. Ahí ya me había alejado de mi familia, de la familia de él. Era estar yo en mi casa con él consumiendo todo el día, si bien no me tenía con llaves me manipulaba tanto que yo no podía irme”.

Agregó en un crudo relato, “un día me amenazó con armas, me encerraba en el baño y me decía que me iba a matar. El día que yo decido irme él me dice llevaba a las nenas a patinar abajo y cuando subas me vas a decir con quien me engañas, sino te voy a matar”. Todas esas amenazas verbales para esta mujer eran más que amenazas dado que ella veía el arma y sabía que tenía armas dentro de la casa.

Después de esas amenazas y ese día, la madre de las tres hijas de Baez contó que “ese día yo decido bajar con las nenas, las nenas ya sabían esto porque escuchaban todo lo que pasaba. Baje sin plata y teléfono, él me manejaba las redes sociales me bloqueaba a familiares. Baje, las nenas lloraban, baja una señora del edificio y le comento rápido por el temor a que él baje y se dé cuenta. La señora no dudó, me subió al auto y me llevó para que haga la denuncia”.

Lo que era previsible esta mujer, que quizás salvó su vida de milagro, recuerda: “Yo lo denuncié, pero ahí no estuvo detenido”.

Recuerda que hubo una serie de medidas dispuestas por la justicia aunque de poco sirvieron. “Pasó el tiempo y él me empezó a escribir. Yo volví a estar con él. En otro momento me llama a la casa de él, cuando llego en un remis, él me estaba esperando superdrogado y me manoteó, me empezó a pegar en la casa de él, yo empecé a largar sangre. Se metió un vecino, se metió el hermano de él y ese día me agarró con un cuchillo: me hizo un corte en la nariz. Ese día a él lo detuvieron”, contó.

La estancia de Baez en el penal no fue extensa, la mujer sostiene que en poco tiempo “lo volvieron a soltar”.

La escalada de violencia no cesó. Esta mujer, sus hijas y su familia siguieron sufriendo violencia por parte de Baez siguió. “La última denuncia que yo le hice fue cuando se acercó a lo de mi mamá, porque nunca me dejó de molestar y yo por miedo no convivía, pero siempre nos veíamos. Ese mismo día él baja en lo de mi mamá, baja de un remis, totalmente drogado también. Estaba mi mamá, mis hijas y mi hermano con su familia. Baja del remis y yo me doy cuenta que venía a generar problemas y me empezó a insultar y yo pensé que me iba a matar. Tenía un arma entre las ropas y apuntó para adentro de la casa de mi mamá. Le alcanzo a desviar la mano y el tiro no lastimó a nadie”.

Otra vez el proceso de privarlo de libertad funciono porque dos o tres días después de ese hecho fue encontrado y detenido “un par de meses”, dice la madre de las hijas del detenido por Femicidio.

¿Se hubiese podido evitar el crimen de Marcela? Según el relato de la madre de las hijas del Femicida la respuesta es SI.

“Yo creo que dejó de molestarme cuando hizo pareja con esta chica, con la hermana de Marcela. Si él no se hubiese cruzado con esa chica, Marcela hubiese sido yo. A mi mis hijas, que lo veían, me contaban como trataba a su pareja. Son cosas que se podrían haber evitado, si él hubiese pagado lo que había hecho”, cerró.

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