«Hay municipios con espalda, no todos los intendentes piden recursos»


La Ministra de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Teresa García, es el nexo entre el Kicillof y la totalidad de los Intendentes de la provincia de Buenos Aires. En estas horas coordinan flexibilización de los aislamientos y, en algunos casos, ayudas económicas a las comunas para afrontar pago de sueldos.

García, tras la reunión con algunos Intendentes de Cambiemos, habló de los planteos de los Jefes Comunal en una entrevista con Ámbito.

Periodista: ¿Qué opinión escucharon ayer en la reunión con los intendentes de Juntos por el Cambio?

Teresa García: Lo mismo. Todos saben del riesgo de la flexibilización. De todos modos quedaron que, entre hoy y mañana, iban a presentar algunas propuestas, luego de hablar con el resto de los intendentes, para ver si hay algunos sectores que ellos creen que podrían flexibilizarse.

P.: En el interior hay muchos distritos que no tienen ningún caso y los intendentes llevan adelante controles estrictos en los accesos. ¿En estos casos podría hacerse una cuarentena segmentada por región?

T.G.: Hoy Axel va a hablar con ellos. Pero no veo una decisión de los intendentes de apertura. Cuando esto comenzó ellos mismos cortaron ingresos para tener control sanitario. El gobernador tiene muy claro que la cuarentena debe ser restrictiva. Igual, debe consultarles a todos antes de llevarle a Nación el mapa de situación de Buenos Aires.

P.: Muchos intendentes están dejando en claro que les va a resultar muy difícil pagar los sueldos de abril. ¿Qué respuestas les dan?

T.G.: Hay diferencias. Los municipios grandes tienen espalda y por eso no todos los intendentes piden recursos. Los municipios más chicos, sobre todo después de los últimos cuatro años que pasamos de gobierno provincial, han quedado con mucha deuda. Hay que entender que en agosto se le dejó de pagar a muchos. Ya llegan certificados de obra, deudas atrasadas a diciembre y a eso hay que agregarle esta situación. Encima cae la recaudación de los municipios, como la de la Provincia y la Nación.

P.: ¿Ya iniciaron diálogo con Nación para poder asistir a los municipios?

T.G.: Al gobernador le van a girar fondos de Nación. Viene haciendo una gestión al respecto y discute con ellos la forma de distribución. Algunos quieren que sea por CUD otros por NBI. Esta semana va armar una tabla de múltiples entradas para hacer coincidir varios criterios y así determinar cómo se distribuye este recurso. Hay que tener en cuenta que Nación ya le giró a las arcas provinciales 300 millones de pesos para insumos hospitalarios. Pero nos queda en claro que en estos momentos nunca alcanza nada y que las intendencias tienen menos posibilidad de compra al caerse la recaudación y que la provincia tiene que atender miles de frentes. Cada vez que nos movemos se genera una enorme cantidad de dinero para una Provincia que encontramos quebrada.

P.: Los intendentes reclaman utilizar parte del Fondo Infraestructura Municipal (FIM) para otras necesidades. ¿Se está evaluando esta posibilidad?

T.G.: Es un requerimiento de algunos que nos piden la libre disponibilidad, pero esto es algo que tiene que resolver Axel esta semana cuando vea la realidad de cada distrito, lo que está pidiendo cada uno y cuál es su realidad financiera. Hay que tener en cuenta que en este momento los municipios tienen una caída de entre un 30 y 40 por ciento de su recaudación. Está todo el sistema comprometido.

P.: ¿La figura de “tierra arrasada” toma más fuerza en este momento?

T.G.: Sí, claro. Axel decidió poner de pie la educación pública, la salud y trabajar en la generación de empleo. Y lo primero que nos encontramos es un sistema de salud deteriorado con hospitales sin un insumo de la Provincia desde hace más de tres años. Con un deterioro que viene de hace muchos años, pero que en estos cuatro últimos años fue fatal. A la tierra arrasada que recibimos hay que agregarle que en Salud arrancamos menos 20. Lo que nos encontramos era desastroso.

P.: La llevo a una discusión más amplia. ¿Está de acuerdo con el impuesto extraordinario a las grandes fortunas?

T.G.: Estoy absolutamente de acuerdo. Hasta (Angela) Merkel lo plantea. Los más ricos tienen que tributar más. Sobre todo en una época de pandemia. En Estados Unidos los grandes empresarios donan algo de su fortuna. Pensemos que acá es el Estado el que está coordinando una emergencia de la que el sector privado también forma parte. Más allá de ser una discusión saldada, vi con mucho desagrado cuando Techint amenazó con echar y finalmente echó a 1400 personas. Coincido con Alberto Fernández en eso de que los que más ganaron en otra época tienen más espalda para aguantar. Pero aquel que pierde su trabajo no tiene para poner un plato de comida en la mesa. Creo en la solidaridad social. Que quede claro: no estoy diciendo que vamos a esquilmar las fortunas. El que más tiene, debe pagar más. Es una emergencia y es saludable que la sociedad lo discuta.

P.: Se puede pensar en el día después del final de esta pandemia, ¿o todo está puesto en el ahora? ¿Cree que se modificará la forma de hacer política?

T.G.: Tengo la presunción de pensar que ya cambió el mundo y la política económica global. (Emmanuel) Macron fue un detractor del estado y hoy está parado arriba de la fuerza del estado. Creo que este cambio se va a ver reflejado en lo productivo. Tendremos que pensar en nuevas formas de producción y nuevos productos. La gente se acostumbra bien al teletrabajo, a pedir su comida por delivery. Vamos a repensar una economía con una fuerza del trabajo que direccione a otro lado sosteniendo lo tradicional, como la metalmecánica, lo automotriz y el calzado. Para salir de la angustia tengo esperanza de que luego que se abra la ventana, si ponemos cabeza y esfuerzo, vamos a reconvertirnos.

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