Murió la pianista olavarriense Evelina Aitala
La mitad de su vida residió en General La Madrid donde murió este miércoles.
Este miércoles, en General La Madrid, murió la pianista y maestra olavarriense Evelina Aitala de Pacin.
Evelina Aitala tenía 84 años y residía en la vecina localidad.
En la tarde de este miércoles, previo paso por el Centro Cultural que lleva el nombre de su esposo, los restos de Evelina Aitala fueron inhumados en el cementerio de La Madrid.
El mensaje de la Municipalidad de La Madrid
La música era para Evelina un lenguaje universal cuyo rol es fundamental para mantener la armonía de la sociedad. Junto a su esposo Juan Carlos Pacin, ex secretario de Cultura, Educación y Comunicación Social renovó el Complejo Cultural desde sus raíces, priorizando el desarrollo cultural, artístico, arqueológico e histórico de la zona, dando la oportunidad a los jóvenes de la comunidad de estudiar diferentes disciplinas, consagrando esto como un derecho cuando antes era un lujo.
Ya desde sus épocas como docente y vicerrectora del entonces Colegio Nacional N° 1 se veía que la lucha por que las artes lleguen a todos iba a ser su propósito. Sus alumnos de música y francés, siempre se llevaban, además de los aprendizajes de las clases, el consejo honesto y gentil de Evelina: “Tienen que abrir la ventanita de la sensibilidad, para captar y tener una mente libre de prejuicios”, les decía
Palabras que sin dudas no se olvidan.
Siempre solidaria, atenta y bondadosa, Evelina mantenía su casa abierta para todos aquellos que lo necesitasen. Un artista invitado que no tenía dónde quedarse, pianistas jóvenes que necesitaban instrucción, y ¡Cómo no acordarse de las cenas en honor a los artistas que se hacían luego de cada evento cultural! Eran tradición.
Lo mismo si un familiar venía desde lejos o necesitaba un abrazo, una palabra o simplemente un oído, Evelina siempre estaba al pie del cañón. Porque así como las artes ocuparon un lugar importantísimo en su vida, sus seres queridos también.
No había elección, mientras que la música fue su placer, su familia su amor y compaginó esas dos facetas convirtiéndolas en pilares de su vida.
Conocerla fue un honor, que apostara por la cultura de General La Madrid y que nos brindara su talento con la más grande de sus sonrisas fue, sin dudas, un abrazo a nuestra comunidad que seguirá sosteniéndonos siempre que las teclas de un piano sigan sonando.
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