Barbery terminó la etapa más complicada

Las aguas bajan turbias… El paso por las temidas dunas de Fiambalá resultó más complicado de lo esperado. No fue por el infierno caluroso y las trampas de finas arenas como era de imaginar, sino que una vez más la presencia de la lluvia condicionó la marcha de la caravana. Los ríos secos y los pasos de agua subieron inesperadamente su nivel debido a las precipitaciones de las últimas horas con lo que el infierno arenoso que se esperaba se transformó en una riesgosa maniobra para tratar de cruzar los causes. Todo es posible en Fiambalá, y la interrupción de la prueba para autos y camiones por la crecida de las aguas también…



El Gato Barbery avanzó hasta el control de paso horario número 5, a dos del final, clasificado en el puesto 119 y último de los 121 que habían pasado por el Way Point 4. Después de eso, cuando evidentemente la situación se complicó, sólo 114 pilotos pasaron por el wp6 y sólo 106 lo hicieron por el número 7, siendo estos últimos los que están clasificados provisionalmente en la general que entregó la organización.

Nada está definido aún, ya que hay muchos participantes que están volviendo al campamento por caminos alternativos y, seguramente luego de la cancelación de la etapa para los vehículos de cuatro ruedas, los organizadores tomarán en consideración el resto de los arribos.

La duodécima jornada implicará un nuevo cruce de la cordillera de los Andes, esta vez por el paso de San Francisco, para volver a Chile y realizar un especial de 319 kilómetros, en tanto que los kilómetros de enlace serán 396.

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