El operativo antidroga como un hecho político y el pase a Fase 4
Escribe: Sergio Di Pino.
Escribe: Sergio Di Pino
El hallazgo de más de siete kilos de cocaína de máxima pureza- que estaban escondidos en el interior de una cochera ubicada en la zona del barrio UTA- se transformó, desmedidamente, en un hecho político.
La importancia del descubrimiento era evidente y los propios investigadores definieron al secuestro de la cocaína como “el más grande de la historia de Olavarría”. Más allá de la discusión sobre si se trató de un hecho fortuito o producto de una larga investigación, pondremos el acento en otra dimensión de análisis: cómo se construyeron los sucesivos anuncios dirigidos a la comunidad y de qué modo el Municipio ganó terreno, conforme se sucedían los nuevos hechos, hasta ocupar un papel cada vez más protagónico.
Inicialmente, las autoridades judiciales y policiales comunicaron el hallazgo el último lunes por la noche. Lo hicieron con una improvisada rueda de medios, en el lugar de la requisa. En esa oportunidad, los únicos oradores fueron el fiscal del caso, Dr. Lucas Moyano y el Jefe Distrital de Policía, Comisario Roberto Landoni. Allí se ofrecieron algunos datos iniciales del procedimiento y pudo vislumbrarse que no se trataba de un simple operativo contra el narcomenudeo.
En ese contexto, el intendente Ezequiel Galli se hizo eco de la noticia y posteó un mensaje en sus redes sociales. Felicitó a “la justicia y a las fuerzas de seguridad por el gran operativo de hoy” y remarcó que las drogas y armas incautadas “van a salir de las calles”.
Un día más tarde, arribó a Olavarría el Fiscal General de Azul, Dr. Marcelo Sobrino. El funcionario judicial, encabezó una conferencia de prensa en la sede de la Jefatura Distrital de Policía y brindó mayores precisiones sobre el procedimiento. Lo acompañaron el fiscal de la causa, Dr. Lucas Moyano, y las máximas autoridades de las distintas fuerzas de seguridad. A la actividad – que fue informada casi en tiempo real a la realización de la conferencia- también fue invitado el Intendente.
En una breve intervención, al final del evento, Ezequiel Galli calificó lo acontecido como “una gran noticia para los olavarrienses” y consideró la posibilidad de sacar de circulación siete kilos menos de cocaína de las calles equivale a “menos violencia”. Nuevamente, valoró la labor realizada entre las distintas fuerzas y destacó que la ciudadanía “confié en el trabajo de la justicia y la policía”.
Hasta allí todo marchó por los carriles habituales y el posicionamiento del gobierno municipal respondió conforme a lo esperable. Lo curioso se produjo al día siguiente, con el llamado a una nueva ronda de medios. Fue a raíz de la detención del presunto “cabecilla” de la banda, durante un allanamiento realizado en una vivienda del barrio Hipólito Yrigoyen.
En primer lugar, sorprendió que hubiera una nueva convocatoria a los medios (en menos de 24 horas). Si bien la existencia de un detenido, constituye un avance importantísimo para la investigación, normalmente este tipo de información circula a través de partes policiales o gracias a las averiguaciones de cada uno de los periodistas en el diálogo con sus fuentes. Pero más allá de lo anecdótico de este punto, lo sorprendente fue que el llamado a la prensa se efectuó desde los canales institucionales del Municipio: El Intendente fue anunciado como convocante “para dar detalles del operativo policial vinculado a la droga incautada en las últimas horas” con un mensaje que brindaron voceros municipales a los periodistas.
En ese marco, el gobierno municipal ofició de anfitrión y “jugó de local” en el Salón Blanco. Aunque el fiscal Marcelo Sobrino aclaró que, debido al horario del anuncio, “no podemos hacerlo en otro lado por cuestiones de salubridad y necesitábamos un lugar adecuado”, la construcción del evento- en términos comunicacionales- permitió al Municipio ocupar un lugar central, aunque su participación real – en el operativo- haya sido prácticamente nula.
No se trató de la simple cesión de un espacio físico ni de un acompañamiento protocolar. El intendente Galli ocupó el centro de la mesa y ofició de presentador. Y en varias oportunidades utilizó la primera persona del plural para referirse a los avances alcanzados por la Justicia y la Policía. Donde correspondía un “Ellos” emergió un “Nosotros”. “Nosotros podemos mostrar resultados a la ciudadanía y contar lo que está sucediendo y que sepan que hay trabajo en conjunto”/ “Los convocamos para comentarles novedades acerca de la causa”/ “Ayer hicimos una conferencia de prensa”. El uso del pronombre “Nosotros” permitió articular discursivamente relaciones de inclusión o cercanía y suprimir la función distanciada del “Ellos” que hubiese sido lo pertinente, al tratarse de distintos poderes del Estado.
La curiosa situación fue aprovechada por el abogado Sergio Roldán, defensor del único imputado en la causa. En declaraciones a Radio Olavarría, cuestionó la presencia del Intendente y reclamó por una independencia de poderes: “Yo respeto mucho la función del Intendente pero no entiendo que hacía sentado ahí. Si vamos a hablar de una Justicia independiente yo voy a aclarar dos cosas: lo que hace el Fiscal Moyano y lo que hace el titular de la Fiscalía General me parece correctísimo. Es su trabajo. Ahora qué tiene que ver la política con esto, no lo entiendo” lanzó.
La propia cobertura comunicacional del Municipio, fue similar a la utilizada para los anuncios sanitarios. Incluyó una transmisión en vivo por la cuenta de Facebook del Intendente y una publicación en el sitio oficial de la municipalidad. En dicha nota, se ubicó al jefe comunal como quien “encabezó” la conferencia de prensa.
De ningún modo, estos señalamientos implican desconocer el rol del Intendente como máxima autoridad política de la ciudad. Tampoco significan menospreciar el aporte económico que la comuna realiza a las fuerzas provinciales de seguridad y que incluyen el pago de combustible, alquileres, arreglo de móviles. O minimizar el trabajo colaborativo de la secretaría de Seguridad, el Consejo de Seguridad y el Centro de Monitoreo. Por el contrario, hablamos de una política sostenida a lo largo de los últimos años que merece ser destacada. Simplemente, de lo que se trata aquí, es de advertir cómo un suceso específico de la esfera judicial-policial se convirtió – paulatinamente- en un hecho político. Y cómo ese movimiento, redundó en un beneficio publicitario para el gobierno municipal.
Lo que debió ser una “felicitación” a la labor de la justicia y las fuerzas de seguridad – algo que se mantuvo hasta la conferencia realizada de la sede policial – se transformó en un mensaje híbrido en el que, para quien no conoce en detalle el funcionamiento institucional, resultaba confuso establecer qué rol había ocupado cada actor y a quien había que atribuirle los méritos de la gestión.
El pase a la Fase 4 y los más de 40 mil olavarrienses vacunados
El Municipio sacó pecho de su situación diferencial. La posibilidad de avanzar de fase y ubicarse en una posición privilegiada, respecto a la gran mayoría de los distritos bonaerenses, fue celebrada, aunque con cautela, por el intendente Ezequiel Galli. “Somos uno de los cuatro municipios de la provincia en Fase 4”, destacó en conferencia de prensa del último lunes. La determinación, consensuada con el Jefe de Ministros de Axel Kicillof, Carlos Bianco, permitió flexibilizar diferentes actividades productivas que se encontraban paralizadas o limitadas a causa de la pandemia.
El Intendente se aferró a un argumento, que ha defendido a capa y espada en los últimos meses, aunque se trate de acciones ya lejanas en el tiempo: atribuyó el éxito a la decisión municipal de anticiparse a las disposiciones nacionales y provinciales. En este sentido, opinó que las medidas restrictivas decretadas a fines de marzo: “fueron oportunas y efectivas para poder lograr como estamos hoy”. Junto “al gran comportamiento de la mayoría de la población, que ha cumplido a raja tabla con las normas y con los protocolos en los lugares de trabajo” las ubicó como una de las claves que explican la actual situación favorable de la comuna.
Tras largas semanas de incertidumbre, producto de la explosión de casos y la alta demanda de ocupación hospitalaria en UTI y cuidados generales, los números expuestos – en los últimos siete días- permitieron a las autoridades mostrar un sistema de salud más descomprimido: “cuando estuvimos en el peor momento llegamos a tener un 98% de ocupación en la terapia intensiva y hoy estamos en un 55%” comparó el intendente Ezequiel Galli.
Pese a estos alentadores indicios, advirtió que Olavarría se encuentra en “una fase 4 con restricciones” y sostuvo que “esto puede ser provisorio y si la situación se complica seremos los primeros en pedir el retroceso de fase” dijo.
Ante una consulta periodística acerca del impacto de no contar como positivos a contactos estrechos por no ser hisopados (como si lo hace Tandil), el Intendente volvió a su argumento inicial: “No es por contar o no un caso estrecho sino por haber restringido actividades que creímos no eran necesarias en su momento y que pudimos lograr entre todos frenar esta segunda ola a fuerza de cuidados y restricciones” explicó.
“Hubo atraso y si nación no cerraba acá nos inundábamos” admite, en cambio, una fuente médica respecto a la situación sanitaria en Olavarría. Considera – aún con los escasos controles- que el efecto de las medidas adoptadas a nivel nacional a fines de mayo fue de suma importancia para alcanzar la situación actual caracterizada por un mayor alivio. Aunque reconoce que el nivel de ocupación “está bajando”, advierte que “el compromiso en UTI quedará un largo tiempo”.
Sobre la situación epidemiológica actual, también se expresó el secretario de Salud, Germán Caputo. Consideró que la segunda ola no está terminada aunque mostró optimismo de cara a las siguientes semanas: “Creemos que el descenso va a seguir unas semanitas más” sostuvo.
El otro dato importante de la semana, en materia sanitaria, fue la superación de la cifra de 40 mil olavarrienses vacunados contra el coronavirus (con al menos una dosis). La noticia se conoció el último viernes por la noche junto a otro indicador positivo: creció el número de inscriptos a la vacunación: trepó por encima de las 63 mil personas. Junto a la decisión de la Provincia de ampliar el alcance de la llamada “vacuna libre” para mayores de sesenta años, representan algunas señales para “ver la luz” y alimentar la esperanza de un final de la pandemia.
En conclusión. La Provincia ubicó a Olavarría en Fase 4 junto a apenas otros tres distritos. La posición privilegiada de nuestra ciudad fue celebrada por el Municipio, que atribuyó los buenos resultados a la acción de anticiparse con medidas restrictivas y al alto acatamiento de la población a las disposiciones.
Ingresar a la instancia de mayor apertura productiva y social, permitió habilitar actividades o ampliar horarios y significó una bocanada de aire fresco para muchos sectores afectados económicamente por la pandemia. El descenso de la ocupación hospitalaria y la superación de la cifra de más de 40 mil olavarrienses vacunados, redondearon una de las mejores semanas en los últimos meses. Aunque las autoridades locales pidieron cautela y afirmaron que pedirán un retroceso de fase en caso de un rebrote, la mirada general es la de un mayor optimismo.
Esta situación de alivio, permitió centrar la atención en otros temas de agenda que habían quedado olvidados a consecuencia de la pandemia. La seguridad volvió a ser un tópico de interés social y político, con el hallazgo de una cantidad récord de cocaína en Olavarría. Lo que debió ser un acontecimiento estricto del ámbito judicial, acorde a la autonomía de cada uno de los poderes del Estado, derivó en una lenta construcción de un hecho político en el que el Municipio adquirió un inusual protagonismo.
La conferencia de prensa del último miércoles, para informar a la comunidad sobre la detención del supuesto “cabecilla” de la banda, fue la culminación de una serie de anuncios que desdibujaron los límites de injerencia de cada poder del Estado. El reiterado uso del pronombre “nosotros” en la exposición del Intendente mostró, con marcas discursivas, las huellas de esa extraña situación.
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