Tandil centro de un impresionante operativo de Gendarmería
El mega operativo realizado este miércoles por Gendarmería Nacional en distintos puntos del país se concretó además en la vecina ciudad de Tandil donde se confirmó que hay una persona detenida.
En total, se dieron 40 allanamientos en distintos puntos del país y se detuvo a 21 personas. Los operativos fueron ordenados por el juez en lo penal económico Pablo Yadorola, que venía investigando a una banda que se dedicaba al contrabando de armas desde octubre del año pasado.
Según las fuentes consultadas, hubo allanamientos en Martínez, en San Isidro, donde se detuvo al presunto líder de la organización criminal; en Córdoba, Bahía Blanca, Tandil y en ciudad de Buenos Aires. También hubo procedimientos simultáneos en los Estados Unidos y España.
TANDIL
En Tandil el procedimiento se realizó en una vivienda de calle Haití al 1029, donde dos unidades y varios efectivos de Gendarmería trabajaron por varias horas en el lugar, aunque no se informó sobre el resultado del mismo. Sin embargo, fuentes de la investigación confirmaron la detención de una persona mayor de edad que vive en el lugar.
El mismo, que fue identificado por fuentes judiciales como Raúl Pressa, se lo conoce vender rezagos militares por internet.
OPERACIÓN PALAK
Se identificó a un cabecilla, un hombre de la zona de Martínez que fue allanado a las 6 de la mañana, de 50 años de edad, con antecedentes penales en Estados Unidos. Se escondió en un bunker de su casa al ver a los gendarmes, un sótano adjunto a su cochera con una gruesa puerta metálica.
Las tareas comenzaron hace seis meses: la AFIP aportó datos que ayudaron a identificar a los sospechosos tras un cruce de datos con Homeland Security. Las armas, aseveran fuentes del expediente, eran ingresadas al país desde puntos como España en encomiendas. Un buque de bandera portuguesa llamado Palak también estuvo involucrado en el transporte de armas.
«Salían de Estados Unidos y otras de Europa. Acá estamos hablando de unas mil armas que se armaban aquí, en la Argentina», comenzó la ministra Patricia Bullrich: «Tenemos un arsenal en Buenos Aires, otro en Río Negro y otro en Córdoba. Todas estas armas conformaban una triangulación: de Estados Unidos y de Europa a la Argentina, donde se armaban y se enviaban a (la localidad) Pedro Juan Caballero, Paraguay, para enviarlas a Brasil», concluyó.
El circuito obedece a un patrón histórico de las armas largas en Argentina: el ensamblado con partes de varios orígenes. Los cargadores, por ejemplo, eran comprados en Alemania y luego trasladados a España. Mediante encomiendas eran llevados a Holanda para esconderse en contenedores que venían en barco a nuestro país. Una armería llamada La Victoria en la avenida Rosas en Castelar fue uno de los puntos allanados.
La Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) contribuyó con la investigación: aportó información y participó en los allanamientos con personal técnico en apoyo de Gendarmería para identificar y clasificar el material y revisar la documentación secuestrada.
En el allanamiento en Martínez, descubrieron un búnker secreto. La entrada la encontraron justo al lado del garaje, en el lavadero de la casa del líder de la banda y padre de tres adolescentes. La fachada estaba disimulada con un armario, pero cuando se abría, ahí estaba la puerta blindada que permitía el acceso a la ‘cueva’.
En el interior de ese búnker escondido en el coqueto chalé de Martínez, que contaba con control de temperatura y humedad y no tenía ni dos metros de alto, había un arsenal en las paredes.
Dos de sus socios, ambos ciudadanos norteamericanos, fueron arrestados en Florida, EE.UU., por agentes del Departamento de Seguridad Nacional de ese país que colaboraron con la Gendarmería, la Aduana y el Ministerio de Seguridad de la Nación en la causa que encabeza el juez en lo Penal y Económico N° 2, Pablo Yadarola.
Las armas eran traficadas a Pedro Juan Caballero, una localidad paraguaya que está en la frontera con Brasil y es conocida como una de las más violentas de la región, donde se da una lucha de poder de organizaciones como el Primer Comando de la Capital (PCC), de San Pablo, y el Comando Vermelho (CV), de Río de Janeiro.
Justamente, a esos dos comandos guerrilleros con vínculos narco se cree que abastecía de armas esta banda, según lo expresado por el funcionario nacional.
Las fuentes comentaron cómo era la mecánica para traficar el arsenal: «Una vez que las armas eran ensambladas, se mandaban a Brasil por una empresa de transportes de pasajeros de origen paraguaya». Los choferes eran cómplices. Ya en Paraguay, «eran trasladadas hasta la zona de Pedro Juan Caballero, donde eran ingresadas al territorio brasilero».
Entre lo secuestrado había «granadas, armas largas y cortas como, por ejemplo, fusiles FAL, fusiles Colt M4, ametralladoras Browning y un cañón marca Oerlicon; más de 30 mil municiones de diferentes calibres, 166.000 dólares, 800.000 pesos, pólvora, granadas, minas anti-tanques, visores nocturnos, documentación de empadronamiento de armas, partes de armamento y katanas», detallaron.
Fuente propia y Telam
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