La muerte de Tadeo Vidal: La familia pide la recusación del fiscal Urlezaga y la Ayudantía Fiscal de Laprida

La hermana del joven muerto reclama justicia y piden el avance de la investigación. Aseguran que no se han tomado todos los testimonios que deberían estar en el expediente. Quieren que se impute al conductor de la camioneta siniestrada como “abandono de persona.”


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La familia de Tadeo Vidal, el joven lapridense que estuvo 12 horas atrapado en una camioneta que volcó en un camino vecinal y murió días después en el hospital de Olavarría, busca recusar al fiscal Christian Urlezaga y a la Ayudantía Fiscal de Laprida. Los funcionarios del Ministerio Público Fiscal son quienes tienen a cargo la instrucción de la causa judicial que se inició luego del vuelvo y posterior fallecimiento de Vidal.

Fátima Vidal es hermana del joven fallecido y es quien en las últimas horas alzó la voz reclamando justicia y, particularmente, que se llegue a la imputación del conductor de la camioneta dado que están convencidos que hizo abandono de persona.

Fátima se encargó de realizar una reconstrucción de lo que le pasó a su hermano y de manera pormenorizada y detallada deja planteadas algunas cuestiones que deberían llamar la atención de los funcionarios judiciales que intervienen en el expediente.

La hermana del joven muerto recuerda, en un principio, que Tadeo Vidal fue encontrado el sábado 10 de agosto por “dos campesinos de la zona, más precisamente gente de los Pitufos” y en esa línea dice que no de ellos “reconoce la camioneta, porque la había visto la noche anterior parar en el almacén Los Pitufos a comprar cigarrillos.” Esa noche dice Fátima que Tadeo pidió pasar al baño mientras Williams Lastra, que conducía la camioneta, “compró un atado de cigarrillos” y pagó mediante la utilización de una billetera virtual. Fátima agregan que luego del ingreso al almacén ambos subieron a la camioneta: “mí hermano de acompañante, William manejaba.”

En medio de un conmovedor relato, Fátima recuerda cómo fue hallado su hermano luego de estar más de doce horas atrapado entre los fierros de la camioneta volcada y en medio de un intenso frío. “Mí hermano cuando fue encontrado estaba consciente: les pidió un cigarro y agua, el paisano más joven se queda con él y le toma una foto, la misma que publiqué en mis redes donde se ve a mí hermano apretado por la camioneta, fumando su último cigarrillo”, dice la hermana del joven que en medio de todo este dolor se puso al frente del reclamo de justicia.

Mientras uno de los hombres que encontraron a Tadeo se quedó con el joven el otro regresó hasta “Los Pitufos” para llamar a emergencias y además conseguir más agua para asistir al joven.

Fátima en la continuidad del relato dice que primero “llegó sólo la ambulancia” y más tarde lo hicieron Bomberos y Policías de Laprida. Una vez que Tadeo fue extraído dentro los fierros de la camioneta volcada empezó su recorrido por los hospitales de Laprida y Olavarría.

Cuenta Fátima que Tadeo: “es llevado de urgencia al hospital Pedro Sancholuz de Laprida donde ya ingresa en estado crítico. Al ingresar a la guardia ya William Lastra (conductor de la camioneta) estaba adentro del hospital y se había atendido. Una enfermera nos llama a los familiares directos, entonces solo entramos yo y mí hermana Mara Vidal. Lo pudimos ver cómo estaba: con su boca violeta, lleno de tierra, conectado a muchas cosas, y sus manos negras, quemadas por el frío de esa noche. En el hospital, mí hermano ingresa al quirófano de urgencia porque supuestamente era el vaso. Pero luego nos dijeron que no, que no era su vaso pero que estaba en estado crítico. Por el color de su sangre se dieron cuenta que había estado al frío mucho tiempo. Tenía el hígado desgarrado. La pierna izquierda más lastimada que la otra. Nos habían dicho que podía tener problemas en sus caderas y columna debido al aplastamiento. Y que podía perder sus manos o algún dedo debido al frío.”

En ese momento Fátima cuenta que lo pudieron ver “un ratito” y lograron advertir que a Tadeo le estaban calentando sus pies con “bolsas de agua”.

Mientras ese era el cuadro que atravesaba Tadeo, en el hospital de Laprida les informan que se había decidido el traslado a Olavarría donde “sería mejor atendido, ya que su estado era muy crítico.” Una vez en nuestra ciudad, Tadeo ingresó de “urgencia” a la Unidad de Terapia Intensiva. “Yo fui con él, estuve ahí esos tres días que estuvo en el hospital y dónde fallece”, cuenta Fátima antes de seguir con su testimonio y comenzar a señalar cuestiones que hasta hora -según ella- no fueron vistas por la justicia.

Dice Fátima que Tadeo “tenía un grado de hipotermia muy grave: necesitó transfusión, tenía su hígado desgarrado, había estado aplastado por la camioneta varias horas y sólo. Si no pasaban estos paisanos, mí hermano hubiese sido encontrado más tarde, y en el Hospital Sancholuz nos dijeron que unas horas más así, él se moría del frío.”

Sigue relatando sobre sus días junto a su hermano en el Hospital de Olavarría cuenta que durante esas tres largas jornadas Tadeo “nunca despertó” y “pasó por tres diálisis porque tenía muchas toxinas en su cuerpo y no le funcionaban los riñones. Tuvo q ingresar a quirófano para colocarle dos drenajes en su piernas más afectadas, y ahí en quirófano entró en el primer paro cardíaco, dónde estuvo diez minutos muerto. Lograron estabilizarlo, y al llevarlo a terapia, de nuevo tiene un segundo paro. Ese fue de quince minutos. Lo logran estabilizar pero los médicos nos informan que seguía muy mal: estado reservado y que podían ocurrir más paros.”

“El lunes a las 11 de la mañana nos dan el parte médico más triste de mí vida”, dice Fátima recordando la jornada del lunes 12 de agosto. “Nos informan que mí hermano tenía muerte cerebral irreversible. Teníamos que pasar de a dos personas para despedirlo porque no había vuelta atrás. Durante todo el lunes llegó gente al hospital: familiares que viajaron, y amigos de Olavarría que se acercaban. Estuvimos todo el día entrando y saliendo de terapia despidiéndonos de él. En el hospital de Olavarría nos habían dejado la puerta abierta para que pasáramos. Y así estuvimos día y noche, hasta que ya el martes 13 de agosto a las 5:17 am, Tadeo fallece”, dice.

Con la mirada puesta en que la justicia avance sobre el conductor de la camioneta en el momento del vuelco, Fátima asegura que William Lastra nunca se acercó ni preguntó por Tadeo, con quien viajaba en la noche del incidente vial.

Sobre Lastra, Fátima es más que clara: “nosotros buscamos probar que hizo abandono de persona porque mí hermano estuvo 9 horas con la camioneta arriba de sus piernas atrapado sin poder moverse, y esta persona que era su única salvación no llamó a nadie enseguida para auxiliarlo. Se fue y lo dejo ahí solo, congelándose. Atrapado.”

Fátima se muestra como conocedora del lugar donde sucedió el vuelco y en su relato dice que está muy cerca de “Los Pitufos” y del campo “El Fortín Overo” de Guillermo Bascur. De esta manera sostiene que hubiese sido posible que Lastra se comunicara con la emergencia para que atendieran a Tadeo. “Mí hermano estaba todo lastimado, con tierra, con hipotermia. William Lastra no tiene nada. Cuando lo vimos en la guardia, estaba con su ropa seca, sin barro, no tenía nada en su cuerpo que le haya impedido buscar ayudar enseguida para mí hermano”, dijo Fátima sumando los elementos que a su entender son suficientes para que se avance en la imputación de Lastra por “abandono de persona.”

Sobre el accionar de la justicia, Fátima Vidal señala que el miércoles se hizo presente en la Fiscalía y aseguró que aún faltan declarar muchas personas y no dudó en afirmar: “siempre se pusieron del lado de William Lastra y no de mí hermano, que no lo tengo más.”

“Siempre me dicen lo mismo: que según la autopsia mí hermano murió por el aplastamiento, pero el estaba consciente esperando esa ayuda. Y en los hospitales nos dijeron que lo que más lo afectó, es el frío de estar tantas horas apretado”, agregó Fátima sumando más elementos de lo que le está planteando a los funcionarios judiciales que tienen a cargo la investigación. A estos funcionarios les reprocha: “No llamaron todavía a ningún médico a declarar. Solo el ambulanciero. Y ellos son fundamentales para saber cómo ingreso mí hermano al hospital, cómo fue encontrado.”

Al apuntar nuevamente contra Lastra, Fátima Vidal asegura que cuando se fue del lugar del vuelvo “no quiso buscar ayuda”. Para la hermana de Tadeo el conductor de la camioneta intentó “limpiarse” por “el alcohol que tenía en sangre”.

En el tramo final de su descargo, Fátima sostiene que William Lastra “tiene custodia” policial desde que se produjeron los hechos.

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