«Los NI-NI»: Contundente informe de la UCA y el proyecto de Olavarría para revertirlo

Se conoció un nuevo informe de la UCA que incluye a los chicos de 18 a 24 años. En nuestra ciudad una iniciativa privada busca contener a esa franja etaria. En nuestra ciudad José Magallanes que construyó un predio con ahorros familiares para capacitar en oficios a los chicos que no trabajan y no estudian.


Según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) la mitad de los jóvenes argentinos que tiene entre 18 y 24 años está excluida del sistema educativo y una cuarta parte de ellos no solo no estudia sino que tampoco trabaja, por lo que se los considera “doblemente excluidos, de la educación y del mercado laboral”,

La investigación denominada “Jóvenes de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan en la Argentina urbana pre-post pandemia (2017-2021)” determinó que a pesar de que en el 2021 la escolarización de los jóvenes experimentó una mejora con respecto a años anteriores, los jóvenes de 18 a 24 años excluidos del sistema educativo representan a más de la mitad.

En Olavarría, José Magallanes construyó un predio con ahorros familiares para capacitar en oficios a los chicos que no trabajan y no estudian.

El informe

El informe detalla también que, sin muchos cambios antes o después de la pandemia del COVID-19, de manera persistente, entre 2017 a 2021, más del 25% (1 de cada 4 jóvenes) no estudia ni trabaja de manera remunerada.

En cuanto al porcentaje de mujeres que no trabajan ni estudian, es 10% mayor que sus pares varones. Esta situación se reproduce de manera agravada cuando incluimos a los desocupados en el déficit: 3 de cada 10 jóvenes mujeres (22,9%), versus 2 de cada 10 jóvenes varones (30%) no estudian ni trabajan de manera remunerada.

Sin embargo, el estudio menciona que, de todos modos, es entre las mujeres donde tiene lugar la mayor escolarización o terminalidad educativa. En 2021, superando a los varones (42,1%), el 54,6% de ellas terminó estudios terciarios o continuaba estudiando secundario o terciario.

Con respecto al análisis por situación social, un elemento a destacar es que los jóvenes pertenecientes a hogares pobres vienen mejorando su inserción educativa a lo largo de los años, logrando aumentar casi 9 puntos porcentuales entre el 2017 y el 2021. Esto significó una reducción en los indicadores de los que solo trabajan y de los que no estudian ni trabajan. (DIB)

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