Contando a Olavarría
“La Higuera” acaba de publicar una recopilación de los cuentos ganadores de su concurso “Olavarría cuenta un cuento”.
Libros/Carlos Verucchi/En Línea Noticias ([email protected])
Como toda ciudad joven, Olavarría está empezando a construir su mitología. Ese conjunto de historias, confusiones, malentendidos y mentiras que de a poco le dan a una ciudad la densidad cultural que la hará particular, distinta y original.
“Olavarría cuenta un cuento”, concurso de relatos propiciado por la casa de acción política y cultural “La Higuera”, constituye un excelente vehículo para estimular las inquietudes literarias de los olavarrienses, para hurgar en el pasado y el presente de nuestra ciudad y alimentar así el entramado de mitos y leyendas. Para hacerlo, en realidad, no desde la perspectiva que ofrecen los diarios o los registros bibliográficos convencionales, sino desde el rumor que corre de boca en boca o simplemente desde la imaginación y la fantasía.
Recientemente fueron entregados los premios de la tercera edición del concurso y publicada una antología con los relatos ganadores. Las historias no tienen desperdicio, transcurren en las calles, en los parques o en los barrios de esta Olavarría que lentamente va encontrando su destino de ciudad pujante a partir de la comunión, más equilibrada que en muchas otras ciudades, entre el desarrollo como polo industrial y la explotación rural ―que resulta casi inevitable en virtud de nuestra ubicación en medio de la llanura más fértil del mundo.
El primer premio del certamen fue adjudicado a “Sospechosos”, de Juan Pablo Goñi Capurro, mientras que el segundo premio correspondió al cuento “Las desventuras del desierto”, de Darío Machado. Asimismo, se entregaron menciones de honor a los cuentos: “Reconstrucción”, de Víctor Ferretjans, “Cuna de la memoria” de Juan Carlos Leguizamón y “Caricia a la humildad” de Martín Machesich.
Las historias ―realistas algunas veces y rayando lo fantástico otras―, transcurren en lugares entrañables de nuestra ciudad como la plaza “López Camelo”, los puentes colgantes del parque Mitre o los estadios de fútbol de los equipos más populares. Algunos cuentos hacen alusión a los aciagos días de la última dictadura, otros transcurren en la actualidad, y no falta el cuento que nos remite a la Olavarría del siglo XIX. “Reconstrucción”, de Víctor Ferretjans, por ejemplo, nos acerca a través de la hipotética voz de sus protagonistas a un hecho que durante mucho tiempo perduró en la memoria de los antiguos olavarrienses. Se trata de los macabros episodios que sucedieron en torno al cura párroco cuando la ciudad apenas se insinuaba en un puñado de fachadas de ladrillo alineadas alrededor de la plaza central. El texto de Ferretjans explora con gran acierto las posibilidades que ofrece el relato en primera persona desde las perspectivas de cada personaje y, al mismo tiempo, logra recuperar el espíritu de aquel pueblo que de alguna manera está en la memoria de todos nosotros, los que crecimos escuchando estas historias, y a los que no toca la responsabilidad de no dejar que se pierdan. Porque también para eso, tal vez, sirva la literatura, para poner algo de orden en un pasado inverosímil y dudoso.
La iniciativa de “La Higuera”, más que loable, nos permite acercarnos a las nuevas propuestas literarias de autores locales y, al mismo tiempo, estrechar vínculos con la ciudad en la que nos tocó vivir. Celebramos desde esta columna esta excelente idea y auspiciamos su continuidad.
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