Por primera vez, admite el Gobierno que cae el empleo privado formal

CONSTRUCCION
El Gobierno admite, por primera vez, que hay una baja en el empleo privado formal: en la comparación interanual de abril hay casi 42.000 asalariados privados registrados menos, lo que implica una reducción anual del 0,7 por ciento, según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Los datos de SIPA comprenden a las personas físicas mayores de 18 años que desempeñan alguna actividad en relación de dependencia.
«Hay una caída del empleo y queríamos que esto se empiece a difundir», admitió José Anchorena, subsecretario de Programación Técnica y Estudios laborales del Ministerio de Trabajo. Transparentar los números del empleo es, según la cartera laboral, uno de los objetivos en la comunicación, para que «sean lo que son, y nada más», dijeron fuentes del ministerio.
Los datos de SIPA de febrero habían arrojado un incremento de 28.572 trabajadores con respecto al mismo mes de 2015. En marzo, SIPA volvió a mostrar que había más empleo privado formal interanual: 10.383 nuevos puestos. Esos números habían marcado un fuerte contraste con la merma de alrededor de 150.000 trabajadores de la que hablaron algunas consultoras privadas y también las centrales obreras, incluyendo las desvinculaciones en la administración pública.
El último dato oficial ahora muestra un cambio y refleja las dificultades por las que atraviesa la economía, aunque también muestra una expectativa positiva para los próximos meses.
Los sectores que más problemas tienen en materia de empleo son: la industria manufacturera, como, por ejemplo, la automotriz y de autopartes, que registró 18.071 trabajadores menos en abril de 2016 contra el mismo mes de 2015 y que acusó un fuerte impacto por la caída económica de Brasil.
Otro sector en problemas y de alto impacto en el empleo es el de la construcción, con 48.325 puestos de trabajo menos, aunque los últimos datos del Indec son más lapidarios y registran una caída de puestos de trabajo de 59.053 en abril de 2016 (sobre un total de 407.506) con respecto al mismo mes de 2015 (cuando había 447.816). «En junio, la construcción estará mejor que en mayo y en abril, que son probablemente los dos meses más difíciles del año», se esperanzó Anchorena.
La Encuesta de indicadores Laborales (EIL) que realiza el ministerio refleja que en enero de este año la expectativa neta de empleo (el porcentaje de empresas que decía que iba a aumentar su personal menos las que decían lo contrario) era de menos 5% mientras que en mayo habían mejorado las perspectivas a más de un 5 por ciento.
Parte de la «culpa» por la caída en el empleo la tiene, según Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, el récord de lluvias que se dio en de abril pasado, que paralizó la construcción y mucha de la actividad de la pampa húmeda, incluída la lechería, ya que por falta de infraestructura en caminos no pudo retirarse la producción de los campos. De hecho, en agricultura, ganadería y servicultura se registraron 15.672 puestos menos.
Entre los sectores que más crecieron están el comercio, con 16.347 puestos más; servicios sociales y de salud, con 10.905 nuevos empleados, e intermediación financiera, con 4488 personas que se emplearon en este sector.
En materia de salario, el promedio total de los puestos de trabajo registrados alcanzó los 17.325 pesos en abril de este año, un aumento del 32 por ciento con respecto a la remuneración promedio de abril de 2015. Se trata de un poco mas del doble de la remuneración media de diciembre de 2011, de 8130 pesos.
«Estamos frente a meses de transición que responden a que se está pasando de un esquema extremadamente regulado y de estancamiento, además de las muchas distorsiones acumuladas, a un esquema de normalización y organización de la producción», aseguró el director de Idesa.
Además, tanto Colina como Anchorena coincidieron en que la llamada ley antidespidos, vetada finalmente por el presidente Mauricio Macri, llevó a que varias empresas realizaran desvinculaciones preventivas para que, en caso de necesitarlo más adelante, no tuvieran que pagar la indemnización agravada.
Alta informalidad
El 42 por ciento de los trabajadores no está registrado, según datos de la cartera laboral. Dentro de este núcleo vulnerable estructural no hay cifras de cuántos trabajadores asalariados fueron desvinculados en los últimos meses de estancamiento y alta inflación. Se trata de un dato que volverá a proveer el Instituto de Estadística y Censos (Indec) a partir agosto con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
«En general -dijo Colina- cuando la economía está estancada se observa un descenso de la cantidad de trabajadores asalariados no registrados y, por otro lado, un incremento de las ocupaciones informales y del cuentapropismo. Hay más personas que se dedican a hacer changas como estrategia de supervivencia para conseguir unos pesos».

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