Ciberbullying: el acoso escolar en la era digital


Ph: En Línea Noticias.

Escribe: Lucas Moyano

Publicado en Diario El Tiempo

El bullying escolar es una forma de violencia -acoso físico o psicológico- entre compañeros, situación a través de la cual uno o varios chicos molestan y agreden, de manera constante y repetida, a uno o varios de sus pares, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad.

Si bien esta situación no es novedosa, el desarrollo de Internet y de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) generaron que estas prácticas se trasladen al espacio virtual.

El ciberbullying puede definirse como el uso de medios telemáticos (Internet, teléfonos celulares, videojuegos online, aplicaciones, redes sociales, WhatsApp, etc.) para ejercer el acoso psicológico entre pares.

En este caso el ciberacoso tiene características especiales. Dentro de ellas están el anonimato, la viralización y, sobre todo, la accesibilidad; ya que no existen limites temporales ni especiales.

En ese contexto, los acosadores exponen a su victima a un ataque constante desde diferentes lugares y acceden a la misma a cualquier hora.

Está practica genera en la persona afectada una invasión de su espacio personal, sintiéndose vulnerable al acoso. Incluso, en su propio hogar.

A través de estos casos de cyberbullying los chicos y chicas que resultan víctimas suelen manifestar cambios en sus conductas, evidenciando -principalmente- angustia o tristeza. Sentimientos que terminan siendo indicadores en sus estados de ánimo que alertan sobre la existencia de esta problemática.

Es probable también que sufran variaciones en su rendimiento escolar y que en forma constante controlen las publicaciones que hacen sobre ellos. El encerrarse y buscar estar solos también puede ser un síntoma para tener en cuenta.

El bullying o ciberbullying ocasionan en quienes lo padecen graves consecuencias psíquicas, físicas y emocionales.

Un claro ejemplo de esto es un caso ocurrido días atrás, a través del cual un niño que tenía 12 años y se llamaba Drayke Hardman decidió terminar con su vida debido al intenso acoso que sufrió de algunos de sus compañeros durante su último año escolar.

Esta nota pretende visualizar la problemática. Al mismo tiempo, se constituye en una invitación para que como adultos nos involucremos en la situación y adoptemos una acción activa respecto a detectar y abordar el acoso escolar de nuestros hijos en la era digital.

Fundamentalmente, teniendo presente la vulnerabilidad que están sufriendo los niños y adolescentes. Y sobre todo, considerando el mencionado ejemplo de lo sucedido semanas atrás, para tomar consciencia de lo difícil que ha sido la vida de ese nene al que esta problemática que sufría lo llevó trágicamente a acabar con su vida.

(*) Fiscal a cargo de la UFI 22 con sede en Azul / Titular de la UFI N° 19 con sede en Olavarría

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