Tanta agua bajo el puente
Opinión / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)
Vimos…
El apogeo del marxismo y también su olvido definitivo.
Vimos los tres mundiales ganados.
Vivimos una guerra.
Vimos varias guerras.
Vimos con perplejidad la caída de un muro.
Nos ilusionamos con la primavera alfonsinista.
Lloramos de pavor con el menemismo.
Vimos a Boca ganar todas sus Libertadores.
Aprendimos a hacer cálculos con un ábaco.
Le pedimos a un algoritmo que nos haga los cálculos olvidándonos del ábaco.
Fuimos positivistas.
Nos mandaron a jugar a la calle porque era el sitio más seguro.
Prohibimos a nuestros hijos jugar en la vereda.
Atravesamos a ciegas la noche aciaga de la dictadura.
Algunos alguna vez fuimos monaguillos.
Vivimos una ilusión que duró doce años.
Nos dimos la jeta contra la pared.
A duras penas nos volvimos a levantar.
Vimos el apogeo de la izquierda extrema.
Vimos el regreso del fascismo.
Fuimos libertarios como travesura adolescente.
Leímos a Arlt y lloramos con él por Severino.
Aprendimos a odiar a falsos libertarios.
Creímos que se salía adelante con educación.
Los educados y las educadas por profes de nuestra generación simpatizan con un cipayo con brotes de delirio místico.
También, a despecho, leímos a Borges.
Ahora nos cuesta mantener las esperanzas.
Aprendimos a desconfiar del positivismo.
Hace años que no pisamos una iglesia.
Atravesamos cambios más profundos que los que había atravesado la humanidad en mil años.
Fuimos meras gotas en ese río del que hablaba Heráclito.
Seguimos confiando en los libros, en la literatura.
Perseguimos algo que nos salve, nos libere.
Seguimos sin encontrarlo.
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